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martes, noviembre 28, 2006

La Curricula de nuestros Líderes

La Curricula de nuestros Líderes

Toda sociedad elige a sus líderes, ya sean éstos políticos, empresarios, académicos o deportistas. Un líder es una persona que tiene determinadas cualidades personales y se comporta de tal manera que otras personas deciden seguirlo, ya sea por su visión, su energía, sus éxitos o sus talentos.

¿Y cuáles son los atributos que los uruguayos apreciamos en nuestros líderes? Puesto que si esos son los atributos más admirados serán esos mismos atributos los que procuraré desarrollar en mi vida personal y los que trasmitiré para que mis hijos también practiquen.

La primera sorpresa a la que arribo es que nuestros líderes no basan su liderazgo en sus éxitos; no son admirados por obtener logros significativos, y hasta diría que ocultan tales galones en caso de tenerlos. El Dr. Tabaré Vázquez, egregio oncólogo, destacado empresario privado de la salud y exitoso dirigente de fútbol, se encarga siempre de marcar un muy bajo perfil. No lo eligieron por sus diplomas ni por su buen patrimonio personal, lo eligieron por “ser bueno”, por mostrarse ecuánime con todos, por mostrar cualidades de mediador y no de “hacedor”. El Pepe Mujica, el más votado entre todos los uruguayos, muestra virtudes poco recomendables para un hijo: desalineado, desprolijo, mal hablado, sin conocimientos técnicos en ningún área y sin embargo es adorado por otros dotes que poco ayudan a lograr el éxito en cualquier otra arte o profesión.

La segunda, es que nuestros líderes no basan su poder en sus logros presentes sino en el pasado o en promesas futuras. Y esto aplica a políticos que basan su carrera en sus apellidos (el caso más patético es el de un ex Director de Ancap que ponía en su CV: “NN, … es hijo de ….” y destacaba los méritos de su padre, no los suyos propios. Pero lo mismo sucede con líderes empresariales, si es que acaso existe alguno. Hay muchos “hijos de ….” al frente de importantes empresas nacionales cuyo mayor mérito lo tienen en el ADN y no en el DNI. Otros líderes políticos son seguidos porque “hablan lindo” y prometen hermosos mundos en el futuro, aunque tienen nulos antecedentes en lograr gestas menores.

Y la tercera, es que prácticamente carecemos de líderes que no sean políticos: no hay claros líderes empresariales, académicos, pensadores, religiosos o deportistas. Todos estos liderazgos son harto cuestionados y casi siempre efímeros. No hay empresarios que sean admirados, ni siquiera por sus propios pares. Los académicos no salen de su pequeño coto de caza.

En cambio en otras sociedades hay liderazgos claros en diversos terrenos. Sus éxitos son conocidos, destacados y difundidos. No son envidiados, son admirados. Uruguay necesita otros líderes y otro tipo de liderazgo. Empecemos por exigirles a los actuales una curricula destacada, tal cual cuando vamos a contratar personal. Después de todo les vamos a dar muchas responsabilidades. Es bueno que demuestren qué son capaces de hacer con ellas.


Dr. Guillermo C. Sicardi, MBA
gsicardi@adinet.com.uy
Publicado en el Diario TU - Tiempo Uruguayo - www.tu.com.uy


martes, noviembre 14, 2006

Sicardi: Tecnologia, no Ideologia

Sicardi: Tecnologia, no Ideologia
Nuestros Socios: ladrones, corruptos y fracasados.

Consejo de un padre a su hijo: “Tienes que tener amigos ladrones, corruptos y fracasados. No te juntes con honestos y exitosos, son muy fríos y poco solidarios. Si además de ser tus amigos, son tus socios, mucho mejor”.

No creo que nuestro Presidente, el Dr. Tabaré Vázquez, haya recibido este consejo de su padre, ni que se lo haya trasmitido a sus hijos. Él ha elegido socios destacados por sus virtudes personales y por sus éxitos profesionales y comerciales. No entiendo por qué el Presidente recomienda unas cosas para sí mismo y sus seres queridos y nos recomienda otras a sus conciudadanos. Rechaza que Uruguay se una a los exitosos y se abraza con los fracasados. Repele a quienes tienen una tradición de buenas costumbres e idolatra a los corruptos.

Estas duras afirmaciones no son mías propias, sino que surgen de mirar el listado de países corruptos de Transparencia Internacional http://www.transparency.org/publications/annual_report y la lista de países exitosos y fracasados en el Ranking del Banco Mundial (www.doingbusiness.org).

Nuestros “hermanos” del Mercosur son una manga de ladrones y corruptos, (no sé si del primero al último), pero eso es lo muestran los datos objetivos de tales registros.
Venezuela, la República Bolivariana que tanto invierte y tanto se mete en nuestros asuntos, es de los peores: figura en el deleznable lugar 130 de una lista que cierra Chad en el puesto 158 y tiene a Haití en el 155. Pero a nuestros otros “hermanos latinoamericanos” no les va mucho mejor: Paraguay está en el lugar 144, Argentina 97, Brasil en el 62, Bolivia y Ecuador en el lugar 117, Uruguay 32 y Chile –cuando no- en el lugar 20.

Pero además de corruptos, nuestros “hermanos” y socios son unos fracasados. No logran captar inversiones ni de sus propios ciudadanos y por lo tanto no logran darles trabajo ni calidad de vida. No logran retenerlos en sus países y los expulsan a emigrar. Singapore es el mejor lugar para hacer negocios, seguido por Nueva Zelanda. Este pequeño país similar a Uruguay en población y recursos, hizo una gran reforma estructural en los 80: privatizaron empresas (sin corrupción), abrieron la economía, salieron a exportar, despidieron miles de empleados públicos. Todo lo que nosotros nos negamos a hacer. Ellos hoy tienen un ingreso per cápita 6 veces mayor al nuestro. Es decir: si usted gana unos $8.000 por mes, podría estar ganando $ 48.000. Pero usted, uruguayo y uruguaya, o bien quieren los 48.000 sin hacer los cambios, o bien se conforman con los 8.000. Por eso estamos como estamos. En este ranking Argentina está en el lugar 106, Brasil en el 115, Venezuela 164. Uruguay 64. Vaya socios que elegimos.

Esta es la situación actual, pero ¿qué nos depara el futuro? Si el futuro está en los jóvenes, vamos a tener serios problemas. Más de 124.000 jóvenes se postularon para ser unos perdedores el resto de sus vidas: empleados públicos municipales. Estos mismos jóvenes son los que más se sienten identificados con las propuestas de “izquierda” según los datos de las recientes elecciones en el FA. ¿Tendrán estos jóvenes la visión y el coraje para conseguir mejores socios que nos impulsen a ser más, a hacer más y a tener más? Lo dudo. Con semejantes socios corruptos y fracasados y con jóvenes tan complacientes con la mediocridad, dificilmente saquemos este país adelante. Habrá entonces, que seguir emigrando…

Dr. Guillermo C. Sicardi, MBA
gsicardi@adinet.com.uy

40.000 Razones para Deprimirse

40.000 Razones para Deprimirse

La IMM se apresta a contratar 1.500 nuevos empleados públcios de entre 18 a 29 años con la finalidad de disminuir el promedio de edad de la plantilla y además porque “esa franja etárea padece un mayor nivel de desocupación y es la más afectada por estados depresivos”, según Hyara Rodriguez, Directora de RRHH y Materiales del Municipio. [1]

La Depresión es el “Síndrome caracterizado por una tristeza profunda y por la inhibición de las funciones psíquicas”, las cuales forjan “los caracteres espirituales y morales de un pueblo o de una nación”. [2] Según el Dr. Pedro Bustelo, Presidente de la Fundación Cazabajones, "Las causas de la depresión en Uruguay están aumentando constantemente" refiriendo directamente a que la inestabilidad laboral, la desocupación, y la crisis como bases que alimentan esta particular epidemia.

Lo realmente depresivo es que sea el ineficiente y burocrático Estado uruguayo el que siga proveyendo cargos en vez de suprimirlos. Pero lo más deprimente es que 40.000 jóvenes uruguayos vean en ésta un atractiva oportunidad laboral, lo cual es motivo suficiente para estar profundamente deprimido al ver que los jóvenes de este país no saben construir su destino.

Los sistemas humanos se mueven hacia las imágenes que construyen de su futuro. Por eso la creación mental precede a la creación física. Antes de construir una casa debo imaginarla. Antes de construir una familia, una carrera o un futuro personal, también debo imaginarlo. ¿Y qué imágenes tienen los uruguayos y las uruguayas de sí mismos hacia el futuro? ¿Qué imaginan los jóvenes que van a ser, hacer y tener dentro de 20 años? Lamentablemente hay 40.000 jóvenes uruguayos que imaginan poco y nada. Se ven a sí mismos pudríendose detrás de un mostrador municipal, disfrutando de la ley del mínimo esfuerzo con el máximo de satsifacción y apostando a algo “seguro” a cambio del desafío de crear y desarrollar su propio proyecto de vida.

El Estado no debe ser un proveedor de malos empleos, sino que debe eliminar los obstáculos para la creación de los buenos. La pregunta es ¿por qué no hay más empleo en esta franja etárea? ¿No será porque nuestros jóvenes están pésimamente formados en liceos y universidades públicas? ¿Será por las excesivas y protectoras normas laborales que hacen costoso y casi imposible despedir a un inútil? ¿Será por las creencias y paradigmas que tienen nuestros jóvenes, entre ellas que la “torta” tiene un buen tamaño y no es necesario hacerla crecer, sino repartirla?

Si mis hijos aspiraran a este empleo, sentiría que he fracasado como padre.
Si 40.000 hijos de uruguayos y uruguayas aspiran a este empleo, deberíamos pensar si no estamos fracasando como Nación.

Dr. Guillermo Sicardi, MBA
gsicardi@adinet.com.uy



[1] Diario El País – Domingo 23 de setiembre de 2006 – Pagina 1 – Sección 2
[2] Diccionario de la Real Academia Española

Tecnología, no Ideología

Tecnología, no Ideología

Unas 15 semanas atrás, la Presidenta de Antel del actual gobierno frenteamplista, anunciaba que la telefonía celular (inalámbrica) había superado en Uruguay a la telefonía fija. Hace 15 días leí que en Luxemburgo hay más celulares que habitantes, lo que implica que cada ciudadano tiene más de un móvil. Ha poco más de 15 horas que se publicó la notable noticia que en Singapore habrá conexión a Internet gratis a una velocidad de 512 kb para facilitar el acceso irrestricto a sus ciudadanos al conocimiento, al comercio y a las comunicaciones internacionales.

También recuerdo que hace unos 15 años atrás, se propuso a la población vender Antel, por unos 2 mil millones de dólares. Pero los mismos frenteamplistas que hoy dirigen Antel y fundamentalmente sus empleados públicos, se opusieron a tal operación acusando a sus promotores de “cipayos del imperialismo yankee”, “vendepatrias” y hasta se sumó algún otro oportunista en busca de votos fáciles que recomendó “no vender las joyas de la abuela”.

También recuerdo el argumento del Dr. Jorge Batlle: era tecnológico, no ideológico. Decía que la tendencia mundial era por las redes inalámbricas, que la telefonía fija con sus kilómetros de cables de cobre era cara y obsoleta y que Antel no tenía destino propio si no se vendía o se asociaba. También clamaba por abaratar los costos de las conexiones telefónicas y más que nada de la Internet, herramienta fundamental si las hay para un país chico como el nuestro que permitiría a su población a estudiar, trabajar y comerciar con el mundo entero sin movernos de nuestro “paisito”.

Singapore figura en lugar Nro 1 de la lista de países que más facilitan el hacer negocios. Nueva Zelanda es el Nro.2. Uruguay, como siempre, a mitad de tabla. (vea www.doingbusiness.org ). Y no estamos a mitad de tabla por culpa del imperialismo o por ser víctimas de intereses transnacionales. Estamos a mitad de tabla por nuestra propia culpa.

En los países que crecen se prioriza al individuo, al emprendedor. En los países estancados, como el nuestro, se prioriza al burócrata. Ellos admiran a los empresarios exitosos porque crean fuentes de trabajo, innovación y riqueza. Nosotros los odiamos, los envidiamos y hasta consideramos “enemigos de clase”. Ellos apoyan las iniciativas individuales, nosotros las iniciativas colectivistas. Ellos apuestan al trabajo intelectual, nosotros al trabajo manual. Nos encanta ganarnos el pan “con el sudor de nuestra frente” pero sería mejor ganarlo “con la fricción de nuestras neuronas”.

Es imposible pensar en el tan mentado “país productivo” si no se incorpora la tecnología en forma masiva en toda la población, poniendo el foco en el individuo y no en los corporativismos. El fanatismo ideológico como el religioso, lo único que logran es atrasar el desarrollo de los pueblos. Y Uruguay, sólo en este tema, ya lleva 15 años de atraso. No es un tema de ideología, es de tecnología. Pero el fanático, no sabe distinguir lo uno de lo otro.

Dr. Guillermo Sicardi, MBA
gsicardi@adinet.com.uy

Con el freno de mano puesto

Con el freno de mano …

“Nada detiene más rápido a una organización que aquella gente que cree que la forma en que trabajaban ayer es la mejor manera para trabajar en el mañana. Para tener éxito, no sólo es necesario que su gente cambie la forma en que actúa, sino que deberían cambiar la forma en que piensan acerca del pasado”

Jon Madonna, Presidente, KPMG Internacional

El Uruguay está detenido por los uruguayos. No nos detiene la globalización, el imperialismo yankee, ni el eje del mal. Es nuestra forma de pensar lo que nos detiene y parece que nada la va a hacer cambiar.

Los seres humanos se mueven hacia las imágenes que tienen del futuro. Es ésa imagen lo nos empuja a movernos, a realizar un esfuerzo extra o una inversión. Y esas imágenes se construyen a través de las historias que nos contamos y de las preguntas que nos hacemos. Si nos contamos historias de fracasos, fracasaremos. Si nos contamos historias de lamentos y quejas, seremos unos quejosos. Pero si nos contamos historias de éxitos –que seguramente todos tenemos alguna que contar-, seremos exitosos.

Nuestro mayor problema es creer que nuestros mejores momentos estuvieron en el pasado y no en el futuro. Al no tener una imagen clara y entusiasta del futuro, sólo nos queda apegarnos al pasado. Esto hace que sigamos haciendo las cosas “a la uruguaya”, con nuestro clásico ritmo cansino, sin mucha innovación y con cero riesgos.

También nos detienen las preguntas que hacemos y la que nos hacemos a nosotros mismos. Hoy nos preguntamos: ¿Cómo podemos repartir mejor la torta? en vez de preguntarnos ¿Cómo podemos hacer CRECER la torta? Hágase la primer pregunta y se le ocurrirán cosas como: cortar partes iguales para que todos coman un pedacito; primero comen los niños; preguntar quien quiere y quien no; cortar porciones pequeñas para que no sobre nada; comen los primeros de la fila, etc.

En cambio si se pregunta que puede hacer para que la torta crezca (con el mismo presupuesto), a la gente se le ocurren cosas como: consultar a un experto; probar diferentes recetas; hacer un curso de cocina; negociar mejores precios de los insumos; asociarse con otros y comprar a granel o buscar información.

¿Qué probabilidades tenemos que la torta crezca si practicamos el primer grupo de conductas? Absolutamente ninguna. Cero por ciento. En cambio, si practicamos este segundo grupo de conductas las probabilidades que la torta crezca son del 100%, ya que si estudio, consulto a expertos, practico e innovo, no puede haber otra alternativa.

Lamentablemente los uruguayos estamos pensando mal, nos estamos haciendo malas preguntas y en consecuencia estamos desarrollando malas conductas. El Dr. Stephen Covey, autor del libro Los 7 Hábitos de las Personas Altamente Efectivas nos dice:
“Si usted quiere pequeños cambios, trabaje en su conducta. Si quiere cambios significativos, trabaje en sus creencias o paradigmas”.

A esto último los invito.


Dr. Guillermo Sicardi, MBA
gsicardi@franklincovey.com.uy