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martes, junio 26, 2007

Ser, Hacer y Tener

Ser, Hacer y Tener

Que paguen más, los que tienen más”, es el fundamento principal de la reforma tributaria, pero más que eso, es la filosofía que impulsa a este Gobierno. Esta es su moral. Y esta moral, a mi parecer, es una inmoralidad.

Las personas que tienen más, es porque han HECHO más. Han estudiado más, han trabajado más o han arriesgado más. Y si pudieron hacer más cosas, es porque SON más: son más organizados, son más exigentes consigo mismo, son más responsables o más inteligentes. Y es por su ser y por su hacer, que TIENEN más. Lo que obtuvieron fue por sus propios méritos y por lo tanto tienen el derecho a conservarlo.

Una sociedad liberal (como supo ser la nuestra) tiene su basamento en los derechos individuales. El Estado debe someter su poder al imperio moral de la ley que protege al individuo por encima de todo. La sociedad, como tal, no tiene derechos ni obligaciones, es sólo la sumatoria de los derechos y obligaciones individuales.

Nuestra Constitución establece que “todos los ciudadanos son iguales ante la Ley, no reconociéndose otra distinción entre ellos, sino la de los talentos y las virtudes”.

Tenemos el derecho a SER diferentes: raza, credos, ideologías, opciones sexuales. Tenemos el derecho a HACER lo que sea necesario para procurarnos nuestro propio sustento, sin violar los derechos de otros. Y tenemos del derecho a TENER y conservar bajo nuestra propiedad, el resultado de tales acciones.

Pero no nos brinda el derecho a exigirle al Estado una vivienda, ni salud ni trabajo ni vestido, puesto que exigírselo al Estado es exigírselo a su vecino. Y no es nada moral que su vecino esté obligado a darle a usted su vivienda, su comida o su salud.

Cuando el propio Estado nos dice que tener es malo, cuando se arroga el derecho a quitarnos el fruto de nuestro esfuerzo para repartirlo entre quienes no desarrollaron virtudes, sólo lleva a un único destino: el desestímulo a tener más, a hacer más y a ser más. Y esto nunca puede ser un objetivo moral. Es como dice Ayn Rand:

Con la falta de justicia sólo los buenos pueden perder y sólo los malos pueden beneficiarse.
El error más grave es castigar a los hombres por sus virtudes y premiarlos por sus vicios.”

martes, junio 19, 2007

La Asistencia a la Salud no es un Derecho [1]

La proyectada reforma de la salud es un verdadero atentado a las libertades individuales y sobre todo, un atentado a la moral liberal.

Los uruguayos creen que la medicina socializada es un noble plan. La gente reclama el derecho a recibir toda la salud que necesite, independientemente de su condición económica, e independientemente de lo que pague por ello. La Salud debe ser suministrada por el Estado, ya que los ciudadanos tienen una especie de “derecho natural” a recibirla.

Pero esto no es así. El derecho a la vida, no significa que yo tenga el derecho a recibir alimentación comida y vestido de alguien que no sea yo mismo. El tener un derecho a la vivienda, no significa que alguien, que no sea yo mismo, deba construírmela.

Nuestra Constitución, de claro cuño liberal al igual que la Norteamericana, lo que establece son DERECHOS A HACER, pero no impone obligaciones sobre otras personas para cuidar de uno. Solamente pone la obligación negativa de “dejar hacer”, de que usted decida libremente como construir su propia vida.

El derecho a la vivienda es el derecho que usted tiene de construir o comprar la casa que desee de acuerdo a las posibilidades que usted mismo se generó en base a sus talentos y virtudes. No es nada moral que usted le exija a su vecino que le de techo y comida. Pero como no se anima a hacerlo cara a cara, utilizan al Estado para hacer este trabajo sucio. Es el Estado el que le saca a su vecino para darle a Usted lo que no pudo procurarse por sus propios medios o por su nulo esfuerzo.

Usted tiene el derecho a trabajar, no a robar a otros el fruto de su trabajo. Si la salud es un derecho para todos y no todos pueden procurarse su propia cobertura sanitaria, esto implica que otras personas están obligadas a cuidar de su propia salud y también la de su vecino. Y esto no puede ser nunca un derecho, esto es, claramente, una inmoralidad.

Se trata simplemente de caridad, no de un derecho. Y una sociedad no puede construirse sobre la base de la caridad para la mayoría. Esto demuestra que la mayoría no puede cubrir su propio sustento de salud, o su propio sustento de alimentos o su propio sustento de vivienda. En definitiva, es una sociedad en bancarrota.

Mientras sigamos creyendo que la medicina socializada es un noble plan, no habrá chancee alguna para frenar el desastre en los niveles de atención que se avecinan. La única manera de evitarlo es desenmascarando este plan, mostrando que es algo totalmente opuesto a una causa noble.

Nunca puede ser noble la causa que anula la iniciativa individual, que pone al Estado por encima del individuo y que hace de los zánganos, los héroes de una Nación.


Dr. Guillermo Sicardi, MBA
gsicardi@adinet.com.uy



[1] Basado en el artículo Health Care is not a Right, by Leonard Peikoff. Ayn Rand Institute.

martes, junio 12, 2007

Veintidos años despues …


Veintidos años despues …

La conocí en Moscú en 1985, durante un Festival organizado por el Partido Comunista ruso en los inicios de la perestroika y el glasnost, lo que fuera el comienzo del fin del régimen más antidemocrático y totalitario que recuerde la historia moderna.

No fueron sus hermosos ojos azules lo que me atrajeron. Fue su mirada, inquieta y vivaz, que permitían ver a una joven inteligente que quería superarse, desarrollar sus capacidades y alcanzar sus sueños. Pero el régimen del “socialismo real”, ese mismo que hoy se pretende imponer por estos lares, no estaba interesado en su vida individual, sino en la colectiva. El Partido Único, las asociaciones obreras y de granjeros y cuanta otra forma de corporativismo, tenían prioridad sobre el individuo.

Durante esos pocos días compartimos sueños, expectativas y valores comunes sobre los cuales construir nuestras vidas: la libertad, el crecimiento personal y una razonable bonanza económica. Mis puntos de vista y experiencia de vida en un país democrático como Uruguay, impactaron en su vida. Yo, representando ciertos valores tradicionales uruguayos, significaba algo para alguien.

Hoy, los roles han cambiado. Rusia es un país en crecimiento y el comunismo, un pésimo recuerdo. Ellos derribaron el muro, nosotros lo estamos reconstruyendo. El mundo cada vez mas unido, al punto tal que mi amiga vive en los Estados Unidos, el viejo enemigo de la URSS, donde ella y su familia, como tantos otros ciudadanos del mundo, han sido bien recibidos. Nosotros preferimos aislarnos.

Pocas semanas atrás, luego de 22 años, recibí un mail invitándome a visitarla junto a su familia en Los Ángeles. Pude comprobar como había construido su vida sobre una serie de simples reglas y valores que quiero compartir con ustedes, y que pueden ser la diferencia entre llevar una existencia rica o pobre, entre ir para adelante o quedarse estancado, entre dejar un legado o dejar nada para ser recordado.

“Si vas a hacer algo, hazlo bien”, “Si quieres algo, simplemente consíguelo”; “No digas “Lo haré”, di, “Lo hice”; “Puedes hacer mas de lo que ya has hecho”; “Ten una gran imagen o vision de ti mismo”; “Planifica tus acciones, planifica tu vida”.

Si están pensando “nada nuevo que escuchar”, yo puedo responderles: “muchas cosas nuevas para aplicar”. Espero que estas palabras adquieran sentido en vuestra vida cotidiana y les sirvan, como a mí, como aliciente para salir de este entorno mediocre en el que nos tienen empantanados.

Ella también me dijo: “tu no eres un consultor, eres un político”. Si está en lo cierto, tal vez sea este el primer paso en una nueva actividad. Quien sabe....

Gracias, Lenusik.

Dr. Guillermo Sicardi, MBA
gsicardi@adinet.com.uy