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jueves, agosto 20, 2009

Zorros: inútiles por vocación


Nada más inútil que un inspector municipal de tránsito.

Jamás se los ve haciendo algo útil, como evitando un embotellamiento, agilizando el tránsito, educando y previendo accidentes.

Sí se los ve escondidos en lugares "estratégicos" para poner multas, no para evitar accidentes. En la rambla frente a la Escuela Naval (donde no hay un accidente desde el desembarco de Juan Diaz de Solis) se apuestan por docenas, en la bajada de Coimbra o en la de Hipólito Yrigoyen, la esquina del Club de Golf ....

Sin embargo, uno de los pocos días del año donde estos señores pueden hacer algo útil por los ciudadanos - controlando los niveles de alcohol en los conductores la noche del 24 de agosto - estos personajes amorralados en ADEOM, se declaran en huelga.

Para el sindicato municipal es más importante la suspensión de 3 de sus secuaces por no tener la libreta de conducir al día (en casa de herrero cuchillo de palo), a que ocurran accidentes durante esta particular jornada de celebración.

Estos sujetos viven para sus propios e inmerecidos beneficios y jamás tienen en cuenta a sus clientes: los contribuyentes de la sucia, insegura y lenta ciudad de Montevideo.

Como dice Peter Drucker:

la empresa existe para realizar aportes fuera de si misma, para atender y satisfacer a quienes no son sus miembros. El hospital no existe para bien de los médicos y las enfermeras, sino de los pacientes. La escuela no existe para provecho de los docentes, sino de los alumnos. La administración que olvida este hecho administra mal”.


Y sin lugar a dudas, ellos administran mal.



viernes, agosto 14, 2009

Aunque se vista de seda ....


Mujica estrenó traje nuevo. Tal vez el primero que usa en su vida. Y no lo hace porque haya cambiado sus usos y costumbres, sino porque quiere agradar a quienes realmente detesta: los llamados "burgueses".

Mujica podrá mudar sus ropas, pero no mudará jamás sus mañas, sus rencores y sus odios. Es un individuo que no cree en el individuo como factotum de una sociedad. Cree en las masas, y cuánto más irracionales y más menesterosas, mejor.

Mujica no cree en la libertad. Está dipuesto a ponerla en un segundo plano en haras de la "igualdad". No cree que la única diferencia entre los hombres sean sus talentos y sus virtudes, sino sus tenencias. Y quiere que todos tengan lo mismo: los que innovan y los que copian; los que arriesgan y los que mueren en un empleo público; los inteligentes y los burros; los emprendedores y los depredadores.

No nos dejemos llevar por las apariencias ni por las frases ocurrentes y graciosas de este trajicómico personaje.

Recordemos que la mona, aunque se vista de seda, mona queda.