Buscar este blog

lunes, julio 26, 2010

Libertad para elegir compañía aérea

Acabo de llegar de Bolivia, la tierra de Evo Morales. Viajé por Aerosur, una empresa privada que ha crecido en base al buen servicio, a la visión empresarial de sus dueños y a que supieron diferenciarse del pésimo servicio que brindaba el Lloyd Aereo Boliviano, antes y después de ser estatizado.

Por estos días, toda la tripulación de Aerosur está utilizando unos prendedores en sus uniformes con la leyenda "QUEREMOS REGLAS CLARAS". Es que Evo Morales, emulando a su par Hugo Chávez, quiere intervenir en el mercado y perjudicar a Aerosur (privada y eficiente) y así favorecer a BOA (Boliviana de Aviación), pública e ineficiente. Lo mismo hacen los Kirchner al intervenir Aerolíneas Argentinas y espero que no suceda lo mismo en Uruguay entre Pluna y BQB. Dice el Observador del lunes 26 de julio de 2010:

"Asimismo, la compañía (PLUNA) argumentó que su competidor atenta contra el buen comportamiento del mercado, fijando precios por debajo de sus costos, brindando gratis productos ajenos al servicio aéreo y realizando publicidad engañosa para captar posiciones de mercado. 

En consecuencia, los representantes de Pluna pidieron una investigación sobre la actuación de BQB y medidas preventivas, como la cancelación de los permisos aéreos, para que Buquebus no pueda continuar engañando a los consumidores y a las autoridades, señaló en el comunicado".

Este comunicado tiene muchos términos que me ponen muy nervioso, ya que parecen atentar contra la libertad del mercado, la libre competencia y la libertad del ciudadano a elegir la compañia de aviación por sus propios medios, solamente haciendo uso de la razón y de buena información.Pedirle al Estado que "cancele los permisos" a BQB para que "no pueda seguir engañando a los consumidores" me parece algo muy burdo.

La bien intencionada ANTEL, la empresa "de los uruguayos", tambíén quiere que Skype no me siga "engañando" al ofrecerme hablar gratis a todo el mundo o pagando tarifas que son hasta 14 veces más baratas que las tarifas de Antel. Si el Sr. Skype - al igual que el Sr. Lopez Mena - son unos tontos que venden muy barato, será el mercado el encargado de hacérselos saber.


Dr. Guillermo Sicardi, MBA

domingo, julio 11, 2010

¿Qué es ser Progresista? - por Dr. Daniel Ferrere

Progresismo” es un término simbólico. Ser “progresista” parece implicar estar dispuesto a ir hacia formas de colectivismo estatista. Todo lo que va contra la empresa privada es “progresista”. Todo lo que va en contra de lo individual a favor de la igualación forzada es “progresismo”. Todo lo que aumenta el poder de los gobernantes es “progresista”. Y por un argumento a contrario todo lo que va a favor del mercado, del reconocimiento del mérito individual, del aumento de la libertad en detrimento del poder del Estado, etcétera, es contrario al progreso. Los valores del estatismo y de la masificación son buenos; los valores del individuo y del mérito individual son malos.

Nuestra primera sensación es de admiración. ¿Cómo lograron convencer a tanta gente de que el “progreso” está en ese lado, cuando toda la evidencia muestra lo contrario? No conocemos un solo ejemplo de que un camino en ese sentido haya mejorado la situación de la gente. Los diseñadores de esta imagen publicitaria han logrado convencer a mucha gente de que el progreso está en una dirección contraria a lo que muestran todos los ejemplos. ¡Son unos genios!

Es posible, sin embargo, que el éxito de esta imagen sea más la consecuencia de errores de los contrarios que de méritos de quienes la patrocinan. La izquierda latinoamericana –donde el “progresismo” impera– se ha beneficiado de la miopía de sus oponentes, cuyo enamoramiento con las tesis economicistas del desarrollo llevaron a postergar el componente social necesario de toda tarea de gobierno. La teoría de la torta (“hay que hacer crecer la torta, porque eso beneficia a todos”) es simplemente falsa y lleva a que sus propulsores, falsa o justamente, sean vistos como socialmente insensibles o desinteresados por la condición de los más perjudicados. La izquierda logró , gracias a esta miopía, convertirse en monopolista de la sensibilidad social,

La situación latinoamericana es relativamente única. No se corresponde con lo que sucede en el resto del mundo donde, como hemos escrito más de una vez, todos los movimientos políticos democráticos combinan el respeto por las fuerzas del mercado con la convicción de que los beneficios del crecimiento deben destinarse a mejorar la condición de los más pobres. La conciencia social no es monopolio de la izquierda en ningún lado, sino el fundamento común de casi todos, sea que se autodenominen “nueva izquierda”, “tercer camino”, “socialdemócratas”, o lo que sea.

Para ser auténticos, sin embargo, no basta con copiar lo que propone la izquierda, como hemos visto hacer frecuentemente entre nosotros. Si la izquierda propone un subsidio a los menores de 2 años, propongamos uno a los menores de 4. Si propone un subsidio a las madres lactantes, propongamos otro a los padres de recién nacidos. Eso no funciona, primero, porque no diferencia y, segundo, porque sigue mostrando una superioridad intelectual de quien propone y es copiado. Hay que saber por qué se hacen las cosas. Y para eso hay que entender.

A nuestro juicio, la diferencia de esencia está en el corporativismo como concepción social. El núcleo de la izquierda está en el corporativismo. De allí su enamoramiento con el Estado –la máxima corporación– y su alianza con los sindicatos como corporaciones intermediarias entre el individuo y el Estado. La izquierda se alía con las corporaciones, y como consecuencia posterga a los individuos no integrados: a los no afiliados, a los trabajadores individuales, a los desempleados y a los que caen fuera de la estructura social. A esos está dispuesta a comprarlos con subsidios, pero no a darles prioridad, porque la prioridad son sus aliados, las corporaciones.

Llevemos esto a la práctica. La semana pasada un notorio dirigente de izquierda reconocía que la izquierda local, pese a todo lo que ha gastado, no ha logrado reducir la desigualdad social, que de hecho ha crecido, ni mejorar las posibilidades de movilidad social ascendente de los grupos más desprotegidos. Bien por un dirigente que reconoce los problemas con honestidad en lugar de taparlos con ofensas, como hacen otros. Lo que pasa, es que esa es la consecuencia necesaria de las políticas de la izquierda “progresista”, que privilegia los intereses de las corporaciones y trata de satisfacer a los desprotegidos con subsidios, no con verdadera atención.

Lo único que puede generar una mejora sustancial de la condición social de los más desprotegidos es una combinación masiva de educación y asistencia social. Asistencia social para asegurar a las familias atención de la salud y condiciones decorosas de subsistencia, mientras educan a sus hijos con excelencia para un nuevo futuro. Eso puede tardar 10 o 20 años para producir efectos, pero no hay otra solución. Simplemente, no hay otro camino. Pero ese es un camino que la izquierda no puede recorrer.

La izquierda no puede destinar los recursos que se necesitan para una asistencia social verdadera, porque antes que nada le debe adhesión a sus aliados, que se quedan con el dinero que debería destinarse a otros fines. No puede imponer la calidad en la prestación de los servicios sociales porque sus aliados corporativos se enojarían. No puede evitar la proliferación de la basura porque las corporaciones no lo permiten. No puede destinar recursos a más y mejor seguridad porque usa el dinero para mejorar los sueldos de quienes ya ganan más que cualquier privado. Y no puede dar educación de calidad a quienes más la necesitan porque sus aliados –esta vez las corporaciones de la enseñanza– también quieren el dinero para sí, pero no están dispuestas a asumir ninguna obligación a cambio.

La izquierda no puede producir un cambio social verdadero porque se lo impiden sus alianzas y opta entonces por disfrazar la realidad con subsidios que no cambian nada, pero crean cuadros de dependientes disponibles para la agitación. Ese es el modelo de la izquierda corporativa: el dinero para las corporaciones, el subsidio para los necesitados.

Para salir de la trampa “progresista” es imperioso preocuparse verdaderamente por los más necesitados. Cosa que pasa, lamentablemente, por reconocer que los intereses de las corporaciones son intereses particulares, no intereses colectivos. Las corporaciones no son “el pueblo”. Son una parte legítima, pero con intereses propios y contrapuestos a otros intereses. Y cuando los intereses de las corporaciones se contraponen con los intereses de los más desprotegidos, el verdadero progresismo es defender a los más desprotegidos. Que es, precisamente, lo que la izquierda no hace ni puede hacer. Porque no es “progresista”. Es corporativista, que es algo muy diferente.

Observador - Sabado 10 de julio de 2010

viernes, julio 09, 2010

El Maestro Tabarez y la selección uruguaya, una maravilla futbolera



Este artículo lo escribió un hermano argentino:


Mientras en Argentina todavía discutimos si nuestro Director Técnico debe
continuar o no en su cargo, mientras aún nos lamentamos por la forma en que se
dio nuestra eliminación, y mientras treinta y cinco millones observamos a unos
pocos ir a recibir al plantel de la selección Argentina de fútbol con fervor,
con entusiasmo, y hasta con agradecimiento e idolatría, en una clara, para mi,
demostración de equivocación colectiva, aplaudiendo a quienes no demostraron
dejar todo en la cancha para darle continuidad a la riquísima historia futbolera
de nuestro país, y haciéndoles sentir que nos representaron correctamente, que
todos los maravillosos adjetivos con que los califican en el mundo son ciertos,
y que no importa si otra vez nos quedamos con las ganas de verlos exponer ese
amor por la camiseta que los Argentinos sentimos y que otras veces nos llevó a
ser los campeones del mundo.



Mientras todo esto ocurre en la Argentina futbolera, en Sudáfrica aún permanecen
23 jugadores de fútbol Uruguayos, mas un Director Técnico acompañado de su
cuerpo técnico, que con trabajo, planificación, pocos recursos de todo tipo, sin el mejor jugador de fútbol del mundo, con fervor, con garra, con amor por la camiseta, con hambre de gloria, y fundamentalmente con GANAS DE JUGAR AL FUTBOL.

Y no se quedaron tomando mate, mirando los últimos partidos del mundial desde la
platea, sino que se quedaron siendo PROTAGONISTAS de este campeonato. NO SE VOLVIERON PERDIENDO VERGONZOSAMENTE A SU PAIS, sino que permanecerán en tierras africanas hasta el último día que dure la copa del mundo 2010

Hoy jugaron la semifinal, y perdieron en el marcador, no asi en el juego. NO fueron superados ampliamente, y eso que venían de jugar el anterior partido treinta minutos mas que sus rivales de hoy, Holanda, y de transitar por el camino de los nervios que les impuso ese final de película en la definición del partido contra Ghana.


Llegaron a la semifinal sin algunos jugadores claves, y asi y todo mantuvieron
vivas las chances de dar pelea en el resultado HASTA EL ÚLTIMO SEGUNDO DEL PARTIDO.  Ya contra Ghana, habían demostrado que hay que poner todo en una cancha de fútbol para dar vuelta un resultado adverso.

Nótese que comenzaron perdiendo aquel partido por octavos de final con un gol recibido a los 46 minutos del primer tiempo, un instante estadísticamente fatal para los equipos que reciben un gol en contra en esos minutos del partido.

Lograron, luego, terminar con victoria el esfuerzo realizado.

En la semifinal de hoy, también comenzaron perdiendo, y sin desordenarse, convencidos por la planificación previa como consecuencia del trabajo realizado por el Maestro Oscar Washigton Tabarez, dieron verdadera pelea hasta el último segundo del partido, provocando que los Holandeses terminaran pidiendo la hora, y pegándole de puntín en su propia área chica.

ASI SE JUEGA AL FUTBOL, profesional y en forma amateur: Con el cuerpo y la
técnica, con la observación y la ejecución, con el trabajo de pensar que hacer
para vencer al rival. Y fundamentalmente, SABIENDO QUE EL PARTIDO TERMINA CUANDO
EXPIRA EL TIEMPO DE JUEGO.

Varios integrantes de nuestra selección Argentina, afirmaron que se desmoronaron sus posibilidades CUANDO A LOS 2 MINUTOS DE JUEGO ALEMANIA CONVIRTIÓ EL PRIMER
GOL . Me pregunto ¿No es tiempo de juego suficiente 88 minutos para revertir un
resultado?

Preguntémosle a Uruguay como han hecho para estar siempre con posibilidades de
pelear el resultado hasta el final…

Seguramente el pueblo futbolero Uruguayo tendrá algunas horas de tristeza por no
jugar la final en esta copa del mundo.

Seguramente el pueblo futbolero Uruguayo tendrá todo el resto de su vida para disfrutar de su orgullo por haber ganado el derecho de ESTAR HASTA EL FINAL en  esta copa del mundo.

El pueblo futbolero Uruguayo en su totalidad debiera organizar un recibimiento ejemplar para este plantel de jugadores y su cuerpo técnico, un recibimiento sincero en agradecimiento porque verdaderamente han DEJADO LA PIEL, en su participación. No son los mejores ni como selección, ni individualmente. SON LOS MEJORES EN TOMARSE EN SERIO LO QUE SIGNIFICA UNA SELECCIÓN DE FUTBOL EN ESTE
LADO DEL MUNDO.  
Y debe ser tan grande el orgullo que sienten los Uruguayos, que me contagiaron
la emoción. Y con ella, la envidia de tener un Director Técnico de verdad, preparado para ocupar ese cargo, respetable y respetuoso, motivador por haberse preparado para serlo.



Un maestro, que recibe ese apodo porque lo es. Tabarez ha ejercido la docencia en escuelas. Y además, merece ese apodo por todo lo que significa, lo que hace, y lo que trasciende con su trabajo y su SERIEDAD PARA CONDUCIR LA MAYOR ILUSIÓN DE TODO UN PAÍS FUTBOLERO.

Sigámonos preguntando, los Argentinos, si Maradona debe continuar como líder de
nuestro amado fútbol, mientras en Uruguay están de fiesta gracias al fútbol que
les entregó su selección nacional en Sudáfrica 2010.


Gustavo Levine

GANÓ ARGENTINA

No dudamos de que el título y el desarrollo de este artículo van a ser polémicos.


A pesar de haber caído por goleada alemana en el campeonato mundial de fútbol de Sudáfrica 2010, Argentina ha ganado.

Perdió un seleccionado que llevaba nuestros colores por fuera, pero que tenía la impronta kirchnerista por dentro. La señora presidente soñaba con la Plaza de Mayo atestada de incondicionales admiradores (de los que vienen por el "jornal" de vino y sándwich), y un balcón compartido con Néstor, Maradona y Estela de Carlotto, entre otros emblemas de la "cultura" nacional actual. Una imagen que quedaría en la memoria colectiva por años y años. Choripán y circo del bicentenario. Ni pensar lo que hubiera sido el palco en Johannesburgo, con el discurso de la victoria del "modelo económico, político, social y deportivo" de Cristina -que todo el planeta debería implementar inmediatamente-, en caso de haber ganado el campeonato.

El fútbol es un deporte y, esencialmente, un juego. Pero ciertos países -y el nuestro no es la excepción- lo toman como una guerra, en la que los triunfos significan una conquista incuestionable del "modelo de gobierno" de turno. Así en 1978 como en 2010.

No. Argentina no perdió. Ha obtenido un triunfo resonante.

Don Diego, después de violentarse con algunos simpatizantes alemanes, se retiró humillado del estadio. Nosotros nos hemos sentido humillados desde el comienzo de esta ridícula puesta en escena. Nos humillan los 600 millones destinados al fútbol y robados a los jubilados. Nos humilla un presidente vitalicio de la AFA que no ha hecho más que vivir del erario público. Nos humillan los cientos de miles de decodificadores pagados con el sudor de los que trabajan y distribuidos a la "clientela" electoralista. Nos humilla un director técnico soberbio, pedante y maleducado, que está convencido de que es dios. Nos humilla la presencia de Estela de Carlotto en Sudáfrica para autopromover su indecente candidatura al Premio Nobel de la Paz. Nos humillan los barrasbravas, cuya presencia en el continente africano "nadie" puede explicar, como tampoco su conducta violenta y su consecuente deportación.

Diego Armando Maradona fue en otra época, y sin duda alguna, un superdotado en sus piernas, aunque los dotes en el otro extremo de su cuerpo parecen inversamente proporcionales. A él le debemos una copa mundial obtenida con trampa, por la viveza criolla que pasó a la historia como "la mano de Dios", y también la bochornosa expulsión de otro mundial a raíz de su adicción a las drogas.

No llama la atención lo que los diarios del mundo publican ahora sobre "el 10". Queda claro que es repudiado en todo el universo, a excepción de su país natal. Simplemente está cosechando su siembra: el fruto de su desprecio histórico hacia el resto de los mortales.

Ser excluidos del campeonato mundial de fútbol significó quitarles el caramelo de la boca al populista matrimonio presidencial, al inmoral presidente de la AFA, a la dudosa abuela Carlotto y al fracasado Director Técnico de la selección nacional.

Maradona ha dejado sin libreto a la presidente y a su cohorte de funcionarios inútiles y corruptos. ¿Qué hará ahora la primera magistrada? ¿Cómo seguirá la obra? ¿A quién acusará de haberle "secuestrado los goles"? ¿A la Fifa? ¿A los sudafricanos? ¿A Messi?

A Maradona, ciertamente no.

A Maradona sólo le cabe la derrota de la selección nacional en la copa del mundo e, irónicamente, el extraordinario triunfo de Argentina.

Raquel E. Consigli
Horacio Martínez Paz
posted by Raquel Eugenia Consigli y Horacio Martínez Paz