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miércoles, octubre 27, 2010

Anestesistas: “Es el libre mercado, idiotas”

Muchos uruguayos (y uruguayas) creen que los Médicos Anestesistas son unos cerdos mercantilistas que no quieren trabajar por el salario que les ofrecen.

Por lo tanto y para defender al "pueblo", el Partido de Gobierno va a usar a sus brigadas del PIT-CNT “para conformar un frente común para presionar a los médicos.”

Además “la cúpula de la coalición de izquierda emitió una declaración en la que rechaza la actitud “corporativa” de los anestesistas. También acusó a estos médicos de “dejar de rehén” a los pacientes, “que son generalmente los más pobres”. (El Observador, 27/10/2010)

Resulta que ahora los anestesistas tienen una actitud “corporativa” que deja de “rehén” a los pacientes, pero cuando los empleados públicos de COFE hacen paro, los sindicalistas del transporte nos dejan a pie y los maestros no educan a nuestros hijos, no son corporativistas ni nos toman de rehenes, sino que son “luchadores sociales”.

Pero el caso de los anestesistas es aún peor: ni siquiera hacen huelga, no recurren a la fuerza ni a la prepotencia para imponer sus deseos, sino que simplemente no aceptan una oferta libremente hecha por los contratistas de sus servicios y libremente rechazada por los médicos.

¿A quién se le ocurre que puede obligar a los médicos o a cualquier persona a trabajar por el salario que ellos no quieren aceptar? ¿A quién se le ocurre como legítimo y justo poner el peso del Estado, la patotería de los sindicatos y la presión del Partido de Gobierno para alterar un libre acuerdo entre proveedores y compradores?

Si el precio de la mano de obra de los anestesista trepó a las nubes, no es culpa de éstos, sino de los reguladores de la educación que sólo liberan pocos “cupos” para formar anestesistas y por ende, aplicando la simple ley de la oferta y la demanda, el precio de un producto escaso, sube.

Hoy también hay una gran demanda por jóvenes que sepan computación. Prácticamente cualquiera que pueda oprimir dos teclas gana unos $ 15.000 por mes. No veo al PIT-CNT ni al Gobierno quejándose cuando el mercado hace subir el precio de cierta mano de obra. Lo mismo sucedió con los soldadores cuando vino Botnia. Y está sucediendo con la carne. Hay precios que suben y otros que bajan.

El mercado es el mejor regulador de los precios en una economía, siempre que se basen en transacciones libres entre ciudadanos libres; en un intercambio de valor por valor (no valor por necesidad), y sin que medie el uso de la fuerza para forzar la decisión de cualquierea de las partes.

Los intervencionistas uruguayos no creen en el mercado ni creen en la libertad.
Esto me lleva a parafrasear al ex Presidente Clinton y decirles: “es el libre mercado, idiotas”.


Guillermo Sicardi, MBA

lunes, octubre 25, 2010

Estafa a la voluntad popular

Firmás, votás, y después te hacen trampa
POR GABRIEL PEREYRA

Son incontables los casos en que, desde y por el ejercicio del poder, se desprecia a la gente, se atenta contra los principios más básicos de la institucionalidad y se pasan a la retaguardia lo que antes eran principios; pero en la historia de la democracia uruguaya será difícil encontrar una decisión que sea tan grosera y autoritaria como la adoptada por la Cámara de Diputados esta semana, que votó por anular la ley de Caducidad, un esperpento legal que en 1986 amparó a policías y militares por las violaciones a los derechos humanos durante la dictadura, que en 1989 fue avalada en un plebiscito convocado por el Frente Amplio, y que en 2009, por si no había quedado claro, la gente la volvió a respaldar en otra consulta, también impulsada por la izquierda.

Que los diputados del Frente Amplio que votaron la nueva ley interpretativa se hayan puesto por encima de la gente a la que convocaron “para que el pueblo decida” (¡qué cínico suena hoy a la distancia!), es una lección que puede contribuir a la madurez ciudadana.

¿Qué nos enseña?, por ejemplo, que en una democracia se puede burlar la opinión de la mayoría; nos puede enseñar a pensar dos veces antes de caer en la trampa política de firmar para ejercer la democracia directa convocados por quienes defendían la democracia directa cuando eran oposición, y anteponen la democracia representativa ahora que son mayoría; también nos puede enseñar lo peligrosas que son a veces las mayorías absolutas.

Si algo faltaba para completar este abuso institucional (legal, pero abuso al fin) en que incurrió la mayoría frenteamplista en la Cámara de Diputados, fue el hecho de que tuvo que hacer un ejercicio de fuerza para obligar a algunos legisladores a apoyar este mamarracho legal. Aún no se sabe qué actitud adoptarán los senadores Nin Novoa y Jorge Saravia, pero algunos dirigentes del Frente afirmaron que si no votan se puede generar una crisis política en el oficialismo. Puede ser que así ocurra, pero la verdadera crisis de la izquierda en torno a este asunto ya está en curso: e

s de credibilidad, y eso, más temprano o más tarde, se paga, o se debería pagar. (gpereyra@observador.com.uy)


© El Observador 2003.Derechos reservados

martes, octubre 19, 2010

Julio Bocca, ciudadano inadecuado para Uruguay

Bocca inadecuado (por Gustavo Escanlar - Búsqueda)
 
La medida más acertada de este gobierno, la más sabia, la más importante, la más valiosa, fue la de haber puesto frente al ballet del Sobre a Julio Bocca.  

Es lo que se debería hacer en todos los ámbitos: poner al mejor, venga de donde venga, sea quien sea, cueste lo que cueste.  En la televisión, en el fútbol, en el teatro, en la música. Aunque costara muchísimo dinero –que no es el caso- en el fondo este tipo de contrataciones terminan siendo una inversión.  Por lo que enseñan, por lo que se aprende de ellos, por la forma que tienen de dar vuelta las cabezas.  Se aprende sólo con verlos trabajar, moverse, hablar.  Se necesitan uno, diez, mil Julios Boccas al frente de las reparticiones culturales públicas y privadas.  Y además, Bocca convoca sponsors, y espectadores.

¿Cuánta gente fue a ver el ballet del Sodre en los últimos diez años?  Seguramente menos de los que fueron a verlo en las once históricas funciones que dio Giselle, que sigue de gira por el interior.  Es el espectáculo de ballet más visto en la historia nacional.

Pero claro, nada es perfecto.  Mucho menos en Uruguay.  El 26 de Agosto, una medida gremial dejó a los espectadores sin Giselle.  Se suspendió por paro.  Bocca quería hacer la función aún en contra de la disposición de los sindicalistas.  Pero, a pedido de la directiva del Sodre que no quiso agitar las aguas, la función se suspendió.  Después, Bocca anunció: “Esa fue la primera y la última vez.  Si cancelo otra vez es porque el teatro se vio abajo.  Si no, hago la función como sea.  Y si NO, me retiro a casa muy tranquilamente”.

O sea: el tipo no está para pavadas.  Y pensó lo que piensa casi todo el mundo: que se pueden tomar medidas gremiales y sindicales sin afectar a los espectadores.  Tan fácil como eso.  O tan difícil, tratándose de Uruguay. 
 
Para los gremialistas del Sodre, los dichos de Bocca fueron prácticamente una declaración de guerra.  Joselo López se hizo el vivillo en “El Observador”.  Con la impunidad que lo caracteriza, preguntó, con esa semisonrisa reservada a los ganadores cuando se ponen babosos: ”¿Quién? ¿Julio Bocca? ¿Y no baila Julio Bocca?” Si COFE entregara un premio al tarado del mes, se lo llevaría Joselo López por estas declaraciones.

Por otro lado, el delegado de la mesa directiva de la Afusodre, Atlio Púa, un apellido que viene al caso cuando hablamos de uruguayez, dijo en “El País” que “si Bocca sigue opinando lo mismo quizás no es la persona adecuada para este país”.

¿Ves? ¿Ves?  Hay que reconocérselo, ahí tiene razón Púa: viendo la entidad y la consistencia de este sindicalismo queda clarísimo que Bocca no es la persona adecuada para este país.
¿Alguien que se interese por la excelencia y no por las prebendas?  Está claro que no es la persona adecuada para este país.
¿Alguien que no pregunte donde nació alguien sino qué tan bueno es? Está claro que no es la persona adecuada para este país.
¿Alguien que quiera trabajar? Está clarísimo: no es la persona adecuada para este país.
¿Alguien que haga trabajar a los demás? Como bien dijo Púa: No es la persona adecuada para este país.
¿Alguien que respete la opinión ajena pero que pide también se respete la propia? Obviamente no es la persona adecuada para este país.
¿Alguien que sea un número uno, que esté en lugares privilegiados del arte a nivel internacional? Pero claro que no es la persona adecuada para este país.
¿Alguien que convoque espwectadores y sponsors, que lleve gente, que haga espectáculos de primer nivel?

¡¡¡Pero no, no señores…   esa no es la persona adecuada para este país!!!!

¿Alguien disciplinado y que imponga disciplina?
No es la persona adecuada para este país.

¿Un creativo?
No es la persona adecuada para este país.

Desde esta humilde columna agradecemos la honestidad brutal de los López y los Púa. Esas sí son las personas adecuadas para este país. 

Ellos, que dan más importancia a sus privilegios que a cualquier otra cosa, ellos sí son las personas adecuadas para este país. 
Ellos, que siempre quieren trabajar menos sin dejar de ganar más, ellos sí que son las personas adecuadas para este país.
Ellos, que se cagan en las consecuencias de sus actos y sus paros, ellos sí son las personas adecuadas para este país.
Ellos, que catalogan de carneros a los que no piensan como ellos, ellos sí son las personas adecuadas para este país. 
Ellos, que toman como rehenes al resto de sus compatriotas, que les chupan la sangre, que no largan una sola de sus prebendas, ellos sí son las personas adecuadas para este país.
 
Inadecuados son los Bocca y los Forlán, que juegan para ganar. 
Adecuados son los Tabárez y los Keosseián, que sacan a Corujo y ponen a Darío Rodríguez para mantener el empatecito.

Tan adecuado como sería sacar a Julio Bocca y poner a Abigail, que es militante y compañera y los días de paro no va a andar con pavadas.


por Gustavo Escanlar
BÚSQUEDA
16/09/10

 

jueves, octubre 14, 2010

¿MILAGRO DIVINO O DIVINAS MENTES HUMANAS?

¿MILAGRO DIVINO O DIVINAS MENTES HUMANAS?
El Rescate de los mineros en Chile


El mundo entero está hablando del "milagro" acaecido en Chile, que permitió rescatar a 33 mineros desde las profundidades de la Tierra.

Un milagro es definido como un "hecho no explicable por las leyes naturales y que se atribuye a intervención sobrenatural de origen divino". De hecho, vimos al Presidente Piñera rezar y persignarse varias veces, como pidiéndole a esas fuerzas sobrenaturales que trajeran a los mineros a la superficie.

Por otro lado y a pocos metros del improvisado altar, veíamos cómo decenas de obreros, técnicos, ingenieros y especialistas, se movían con la precisión de un reloj suizo, utilizando la más moderna tecnología.

Entonces, ¿a qué podemos atribuir el éxito de esta gesta? ¿A factores “divinos”? ¿A los rezos del Presidente y de los familiares de los mineros? ¿O debemos atribuirlo exclusivamente al factor humano, al uso de la mente, a la creación racional y no sobrenatural?

En las empresas también existen creencias “divinas” por parte de los dueños, los gerentes o los empleados. Muchos creen que a pesar de seguir haciendo lo mismo todos los días, van a tener resultados diferentes. Creen que ser “solidario” es tapar los errores (u horrores) que hace un compañero. Creen que pueden seguir gerenciando la empresa con los mismos métodos y herramientas que vienen usando desde hace 20 años: el cuaderno, el lápiz, la intuición y miles de horas de trabajo.

Las creencias pueden ser limitantes o potenciadoras. Y nada más limitante que creer que nuestra suerte y nuestro destino están en manos de otros (mi Jefe, mi empresa, el Gobierno, el Sindicato o fuerzas celestiales).

Creer en esto es vernos a nosotros mismos como zoombies, como corchos flotando en el océano o plumas a la deriva del viento,. Es aceptar  que no tenemos metas, ni proyectos, ni energía propia para acometerlos.
Lamentablemente hay una enorme cantidad de personas que se quieren sacarse la responsabilidad de conducir sus propias vidas. Prefieren echarle las culpas a la sociedad, a la empresa, al gobierno o a su familia. Todo este entorno sin dudas que influye en las personas, pero no puede ser determinante. Lo determinante son nuestras propias decisiones racionales, la capacitación, la innovación y el coraje de hacerlo.

Me quedo con la imagen del Presidente Piñera liderando una gran empresa, tomando decisiones difíciles, consultando expertos y utilizando la mejor tecnología, rodeado a su vez de un equipo unido, sólido y profesional. 

Ahora le pregunto al lector, ¿Qué enseñanzas le dejó este acontecimiento? ¿Si tuviera que pasar por algo similar, en qué invertiría su tiempo: en rezar o buscar culpables o en planificar y actuar decididamente? Comparta sus respuestas en www.contraviento.com.uy


Dr. Guillermo Sicardi, MBA
Resultoría, NO consultoría