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jueves, diciembre 22, 2011

Ejemplo de lo que hay que hacer - El caso del liceo de San Luis, Uruguay

Editorial de El Observador - 22 diciembre 2011
http://edicionimpresa.elobservador.com.uy/elobservador/principal.asp


En ese páramo desalentador de ineficacia que es Secundaria ha florecido un ejemplo de lo que se puede y se debe hacer en la formación de adolescentes. En el balneario de San Luis el liceo local complementa el currículo tradicional con actividades que se han ganado rápidamente el interés de los estudiantes y el respaldo de los padres. 

Son espectaculares los resultados favorables de los cambios de este año con la conversión del liceo a uno de tiempo completo. Incluso al turno de 10 horas diarias para los jóvenes se agregarán desde marzo próximo cursos nocturnos para adultos que no terminaron secundaria, pedidos por los propios residentes. El liceo ya ha obtenido el respaldo del Ministerio de Trabajo para colaborar en la capacitación de adultos.

La directora Martha Bogorja, respaldada por los docentes responsables que la secundan y por la comunidad, mantiene las asignaturas que existen para los demás liceos del país, ya que no puede desviarse del programa mientras no se aprueben los cambios proyectados por ANEP y el sistema político, todavía trancados por el extremismo del sector más radical de Fenapes, el sindicato de docentes de Secundaria. 

Pero la extensión de los turnos ha sido aprovechada para instituir actividades deportivas y estudios extracurriculares en áreas como turismo, idiomas y otras. Los alumnos conviven armónicamente y en paz, alejados de las drogas y de los actos de violencia que caracterizan a otros liceos.

Hay talleres de aprendizaje de oficios como camino idóneo para abrirles más perspectivas de trabajo digno a los jóvenes que no pasen al nivel universitario. El éxito de la experiencia se refleja en la demanda de plazas, que llevó a duplicar a ocho el número actual de aulas para albergar a partir de marzo a 280 estudiantes en vez de los 190 de este año. Bogorja reconoció que aunque la deserción bajó algo este año, reducirla aun más es un desafío pendiente. Pero afirmó que los estudiantes que abandonan no lo hacen por desinterés sino porque su situación familiar los obliga a salir a trabajar. Bogorja explicó que estos casos se manejan individualmente con gestiones ante las familias y los estudiantes, algunos de los cuales fueron persuadidos a retomar los estudios.

Lo que se está haciendo en San Luis, sin alharacas pero con la responsabilidad docente que tanto escasea en las filas dirigentes de Fenapes, ya ha despertado el interés de otros liceos. Bogorja informó que desde Rivera han ido a San Luis a interiorizarse de su sistema. El de San Luis no es el único caso de lo conveniente y factible. Desde hace años está el liceo Jubilar, privado pero gratuito, que ha logrado en una zona difícil como Casavalle lo que no existe en parte alguna del país. El 0% de deserción en los últimos tres años, contra 4,2% de los liceos estatales, y 1,4% de repetición en 2010 contra 26,6% del sistema público son prueba elocuente de eficiencia educativa.

Al liceo Jubilar se lo combate por ser privado y por dar instrucción religiosa, pero la realidad es que las críticas tienen mucho más que ver con su éxito educativo. ANEP, el gobierno y el resto del sistema político no pueden ignorar el rumbo ventajoso de lo posible y de lo útil para nuestra juventud, marcado por ejemplos de estos dos liceos y seguramente de otros.

domingo, diciembre 18, 2011

Ser Mermelada o Ensalada de Frutas

="" Las sociedades se componen de indiviudos con características y talentos tan diversos, como variedades de frutas podemos encontrar en el puesto mejor provisto.

La izquierda progresista, los sindicatos y los mediocres, pretenden convertir a todas esas hermosas y singulares frutas en una gran mermelada, donde todas pierdan individualidad. Ellos gustan de los sabores únicos, los partidos únicos y las ideas únicas. Ser todos iguales. Sin diferenciación. Ésta es la sociedad socialista. La Sociedad Mermelada.


Los liberales queremos algo bien diferente. Respetamos que cada persona mantenga su individualidad, sus rasgos, características e ideas propias. Aceptamos que a alguien sólo le guste comer manzanas y no mezclarlas con otras frutas. Pero también creemos en el valor de la diversidad, el compartir experiencias y enriquecernos de otras visiones, ideas y costumbres. Por eso los liberales preferimos la Ensalada de Frutas a la mermelada.

En la ensalada, si bien están todas las frutas juntas, cada una conserva su distinción, ninguna pierde sus rasgos propios sino que los ensalza. Así como el áspero kiwi se complementa con el suave melón, el individuo enérgico y creativo, plasma sus ideas gracias a la paciencia y constancia del recatado. Todos pueden convivir y enriquecerse juntos, intercambiando valor por valor, sin perder sus característas naturales.

En esto estriba la diferencia clave entre socialistas y liberales: ser una mermelada informe, con un único sabor y olor o ser una ensalada de frutas que eleva - y no anula - a cada uno de sus integrantes.

Una mala elección puede convertir a las hermosas frutas que somos los individuos, en una mezcla insulza e insípida, incapaz de agregar valor e incapaz de identifcar sus talentos, sus virtudes y sus contribuciones individuales. Es aquí donde pierde el Individuo y gana el socialismo. Y es en el socialismo, donde pierden todos los individuos.

Guillermo Sicardi, MBA

No a la Patente Única, Sí a menos Municipios

Se ha desvirtuado tanto el rol del Estado, que ya ni sabemos para qué existe. Salvo los empleados públicos, algunos políticos y algunos empresarios que ven en el Estado a su mejor mecenas, el resto de los contribuyentes estamos confundidos. Por eso tampoco sabemos para qué pagamos ciertos impuestos y menos aún, el destino que les dan.

La patente de rodados debería ser una tasa y no un impuesto. La diferencia entre unos y otros es que las tasas deben ofrecerle al contribuyente una “contraprestación” acorde al tributo que pagamos; en el caso de la patente de rodado lo que las Intendencias deben hacer con ese dinero es mejorar las calles y el tránsito. Sin embargo, de los aproximadamente U$S 100 millones que recaudan por tal concepto, sólo destinan la mitad a este rubro,l resto se va en pagar sueldos y otros menesteres.

Este tributo no debe estar asociado al valor del vehículo, sino a su tamaño y peso. Los vehículos más grandes y pesados (ómnibus y camiones) rompen más el pavimento que una moto, independientemente que el camión Bedford del año 48 cueste U$S 5.000 y una moto Harley Davidson cueste U$S 30.000. Para “castigar” a los que tienen vehículos costosos está el Impuesto al Patrimonio, no la Patente de Rodados.

El mayor problema no es valor de la patente, sino el destino que dan a esos dineros.
El 70% de los gastos municipales (de TODAS las Intendencias) se va en pagar sueldos de empleados públicos que NO se necesitan y sólo destinan entre el 15% y el 25% en obras. La Intendencia de Canelones tiene 5000 empleados públicos y no hacen nada del "ABC" con personal propio: Alumbrado, lo presta la UTE, Basura: la recoge empresas privadas, Calles: las construyen y reparan también empresas privadas. Si las intendencias tuvieran un 10% de los empleados que tienen actualmente (es decir un 90% menos), la patente sería tan, pero tan barata, que esta discusión eterna y estéril no hubiera existido nunca.

Reducir de 19 a 4 las Intendencias y la división territorial.
No tiene NINGÚN sentido la actual división territorial del Uruguay en 19 circunscripciones. Deberían haber sólo 4 con una división similar a las que tienen las divisiones del Ejército. De esta manera sería todo mucho más eficiente y menos costoso para el contribuyente.

El tributo debería estar incluido en el combustible: quien más usa las calles, más paga .
Si la patente es para recaudar fondos para mantener las calles en forma, quienes más utilizan las calles deberían pagar más por su uso. La manera más fácil de hacerlo es cargando este tributo a los combustibles. Siempre va a haber un “efecto de borde” de quienes carguen combustible en una estación en Ciudad de la Costa y circulen en Montevideo, pero también sucederá lo opuesto. A la larga o a la corta, el sistema se compensa.

Creemos que de esta manera se pone el foco en lo importante: la eficiencia en la gestión del Estado, el contribuyente por encima del empleado público y la calidad de los servicios municipales.