por Guillermo Sicardi *
publicado en Semanario Búsqueda | jueves 28/DIC/2012
A Uruguay lo han calificado – con cierta razón- de “enano llorón”. Creemos que por ser un “paisito”, otros más grandes tienen que hacerse cargo nuestro. Esta actitud a nivel internacional no refleja otra cosa que nuestra actitud a nivel local: el 75% de los uruguayos creen que sus problemas son “por culpa ajena”.
Israel también es un enano, pero no llorón. Es ocho veces más pequeño que Uruguay (22.145 Km2 vs. 176.215 Km2). Pero la riqueza de las naciones no se mide en superficie ni en recursos naturales (que son las riquezas no creadas por el Hombre), sino que se mide en capital intelectual y capacidad emprendedora (que sí son las riquezas creadas por el Hombre). Mientras Uruguay padece de “enanismo mental” en estos rubros, Israel es un gigante.


Israel emprende. Aún bajo estas circunstancias, Israel brinda seguridad física, jurídica y política a sus ciudadanos. La tasa de homicidios es de 1,87 cada 100.000 habitantes (de las más bajas del mundo) y en el Uruguay solidario y progresista es de 4,3 (más del doble). Figura en el lugar 36 del ranking Doing Business 2012 (que mide las mejores regulaciones para hacer negocios), cuando Uruguay se desliza de mitad de tabla para abajo en el puesto 87.

Israel innova. Es el “Silicon Valley” del medio oriente. Daniel Goldman, de Inmentor, nos cuenta que la producción israelí en TIC (Tecnologías de la Información) fue de 18,5 mil millones de dólares, equivalentes al 50% del PBI uruguayo. Son los inventores del WiFi y del “pendrive” (Disc on Key). Allí facilitaron la instalación de empresas como INTEL, IBM, Cisco, HP, Microsoft, Motorola o Google, que se nutren de buenos profesionales y buenos emprendedores. Las multinacionales son bienvenidas.
Israel arriesga. Ocupa el 2do puesto -después de EE.UU- en disponibilidad de capital de riesgo (VC) lo que permite a los emprendedores contar con el combustible necesario para convertir sus ideas en negocios y no aspirar a un empleo público (como aspira el 63% de los uruguayos). Nos dice Goldman: "Los israelíes no aceptan el imposible como realidad y aplauden el fracaso, ya que significa que al menos hubo un intento".

Todo esto ha llevado a que Israel (o los israelíes) se destaquen por sus varios premios Nobel, sus científicos, sus patentes de invención, sus literatos, músicos, empresarios o artistas y sobre todo por sus ciudadanos, que han sabido mantener viva la democracia republicana dentro de un contexto tan adverso.
No es de extrañar que nuestros actuales gobernantes se distancien diplomáticamente de Israel, porque en realidad están distanciados de los valores que Israel representa.

Contra nuestras mejores tradiciones libertarias, nos estamos acercando a los fanáticos que quieren exterminar a Israel -no sólo como Estado- sino como oasis de libertad, democracia, emprendedorismo y uso de la razón y así seguirse arrastrando por las desérticas arenas de la mística, la intolerancia, la ignorancia y la sinrazón.
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* Guillermo Sicardi es Abogado, Máster en Administración de Empresas, Director del Instituto de Innovación y Desarrollo Emprendedor de la Universidad de la Empresa, co fundador de INICIADOR Montevideo y Socio de Resultoría en Solution Alliance www.resultoria.com | guillermo@resultoria.com
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