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domingo, noviembre 04, 2012

¿Congelar precios o congelar privilegios?



por Guillermo Sicardi *
publicado en Búsqueda, jueves 01 noviembre de 2012

Otra vez más vuelve a ser el sector privado el que carga con los platos rotos de los errores del Estado.

Por culpa de un gobierno (como tantos otros) que no puede controlar la inflación (porque no puede controlar a los sindicatos y sus demandas de más y más salarios); que no puede controlar el gasto público (porque no se anima a hacer la prometida reforma del estado); ni quiere dejar de repartir limosnas entre miles de incautos (para asegurase votos fáciles), ahora quiere enmendar la plana congelando los precios de 200 productos básicos de la canasta familiar.

Para ello ha salido a negociar (¿presionar? ¿pedir favores?) con los supermercados, porque es más “políticamente correcto” mostrarse duro con los “ricos supermercados” que con las “pobres Pymes” productoras de esos 200 alimentos rebajados; ya que en última instancia serán ellas las que pagarán esta embestida estatista.

Cambadu no aceptó la propuesta. Lo bien que hizo. No hay que entrar en “transas” con ningún gobierno, ni intercambiar “favores” para fijar los precios de los productos. Esta es la función que cumple el mercado a través de acuerdos libres y voluntarios, no por necesidad y menos aún por coacción. Ni los empresarios, ni los consumidores, queremos a un Guillermo Moreno.

Ya estamos viendo (y sufriendo) lo que sucede cuando se intercambian “gauchadas” entre gobernantes y empresarios: “favor, con favor se paga”. En los países de primera los ciudadanos se compran sus pasajes en barco, tren o avión a precio de lista para ir a votar por sus candidatos y no con precios rebajados por los empresarios del transporte para favorecer a un candidato determinado. Si quieren apoyar la campaña de un Partido que lo hagan donando dinero en forma transparente y luego será ese Partido el que le subsidie los pasajes baratos a sus votantes.

En los países de primera los empresarios tampoco se encargan de comprarle la Banda Presidencial al Presidente electo y menos aún, éste a recibirla. Ellos entienden que mantener el sistema democrático y republicano tiene sus costos, pero son gastos que los contribuyentes pagan con gusto. Lo que no pagan con gusto son los despilfarros, los costos ocultos de la mala administración o los privilegios inmerecidos que reciben unos cuantos.

En el año 2002 los uruguayos fuimos protagonistas de una película de terror, donde una crisis ajena nos hizo temblar de miedo al ver perder empleos, clientes e ingresos y sobre todo viendo como nuestras familias se desmembraban por la emigración. Sin embargo, los privilegiados empleados públicos (y sus primos hermanos los bancarios), vieron la película de la crisis comiendo pop y tomando Coca Cola en una sala con aire acondicionado. Ninguno se asustó con Freddy Krueger. Es que ellos no tienen ni idea lo que es un Martes 13.

Ante esta nueva película de terror que se está por estrenar y se titula “Inflación”, el gobierno debería dejarse de congelar precios a los privados y sí congelar los privilegios de los empleados públicos: menos cantidad, menos sueldos faraónicos, menos licencias pagas, menos haraganería, menos malos tratos, menos aguinaldos y mejores servicios y resultados. Sobre todo esto último: muchos mejores servicios y muchos mejores resultados.
 

*  Guillermo Sicardi es Abogado, Máster en Administración de Empresas, Director del Instituto de Innovación y Desarrollo Emprendedor de la Universidad de la Empresa, co fundador de INICIADOR Montevideo y Socio de Resultoría en Solution Alliance (www.resultoria.uy)

 


martes, octubre 23, 2012

Negocios capitalistas, negociados socialistas

por Guillermo Sicardi *
publicado en Búsqueda
Jueves 18 de octubre de 2012
Sección Empresas & Negocios

Hay negocios y hay negociados.
Un negocio es un acuerdo libre y voluntario entre las partes, un intercambio de valor por valor que se realiza para satisfacer necesidades mutuas. Es un acuerdo al que se arriba sin violencia (ni física, ni psicológica), luego que las partes evaluaron distintas alternativas y optaron por la que consideraron más provechosa.

Para llegar a este tipo de acuerdos “ganar – ganar”, se necesitan dos componentes básicos: personas que tengan una mentalidad de abundancia y un contexto que promueva la libertad individual.

Las personas con mentalidad de abundancia comprenden que lo que no tienen hoy, lo pueden crear mañana y que depende de ellos –sólo de ellos- lograr un punto de entendimiento que los conduzca a la meta deseada. Las personas con mentalidad de escasez, creen que lo que tiene uno, es porque se lo quitó a otro y su principal consigna es “repartir”, no “crear”. Como no saben generar riqueza, tampoco respetan la propiedad privada.

El segundo elemento para hacer buenos negocios es la existencia de normas claras, transparentes y simples, que faciliten el intercambio de productos que se fabrican, mercaderías que se transportan, comerciantes que las ofrecen y clientes que las disfrutan.

Si lográramos entender la cadena de valor que hay detrás de cada negocio, veríamos con mejores ojos el rol de empresario, que es quien desarrolla la idea, arriesga su dinero y organiza los factores de producción, creando puestos de trabajo que no sólo alimentan a miles de personas, sino que alimentan sus oportunidades de realización a través de un esfuerzo fecundo.
Todo lo que tienen de positivo los negocios, lo tienen de negativo los negociados.
Los negocios se hacen a la luz del día; los negociados, entre tinieblas. Los negocios son intercambios de valor por valor; los negociados son intercambios de valor por necesidad, por favores o por presiones indebidas. Los buenos negocios favorecen a todo el mundo (aún a los que no participaron de ellos), en cambio los negociados favorecen a una pequeña caterva de pícaros y perjudican a una enorme multitud de incautos.

Los negocios sanos florecen en entornos sanos. Allí donde hay libertad, donde el Estado tiene pocas y buenas regulaciones para facilitar el comercio y donde los empresarios no tienen por qué comprarle la banda presidencial al primer mandatario, ni pagarle almuerzos caros a sus ministros. Ese sistema se llama capitalismo, tan denostado y tan poco entendido por estas latitudes.

Los negociados florecen y se propagan como la peste donde hay marañas de regulaciones, abundan los monopolios y donde para poder producir algo, hay que pedirle permiso a los que no producen nada. Ese sistema se llama socialismo, con todas sus variantes progresistas del siglo XXI.

El capitalismo crea mayoritariamente emprendedores: Steve Jobs (Apple, USA), Richard Branson (Virgin, Inglaterra), Mike Lazaridis (BlackBerry, Canadá) o Linus Torvalds (Linux, Finlandia). Todos ellos son respetados y admirados en sus comunidades por sus logros y pueden mostrar sus fortunas con la frente en alto, pues las obtuvieron por sus méritos, no por sus vinculaciones.

El socialismo crea mayoritariamente saqueadores. Es lo que está sucediendo con los empresarios que revolotean alrededor de los restos de Pluna.
Dudo que ellos –y los gobernantes que los apadrinan- puedan contar con orgullo, cómo armaron este negociado y cómo se amasarán una nueva fortuna.
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* Guillermo Sicardi es Abogado, Máster en Administración de Empresas, Director del Instituto de Innovación y Desarrollo Emprendedor de la Universidad de la Empresa, co fundador de INICIADOR Montevideo y Socio de Resultoría en Solution Alliance (www.resultoria.com)

martes, setiembre 25, 2012

Extranjeros ricos, ¿go home?

por Guillermo Sicardi *
columna de Empresas & Negocios 
Semanario Búsqueda | Edición 1680 - jueves 20 de setiembre de 2012
 
La Secretaria General del Partido Colorado, diputada Martha Montaner, declaró en la pasada edición de Búsqueda (13/9/2012, pág. 10), que está preocupada por la “extranjerización” de la tierra que “expulsa” a los propietarios locales y por eso defiende el Impuesto a la Concentración de Inmuebles Rurales (ICIR). Dice que ve “todos los días el drama de la gente, de los trabajadores rurales queentregan sus tierras a las mega inversiones, a las grandes concentraciones, a la extranjerización. Y quedan con las manos vacías. Porque ya no tienen qué trabajar” (los subrayados son míos).
 
Todo esto es muy extraño. Parece estar diciendo que los inversionistas extranjeros (que además son despectivamente ricos), le roban la tierra a los “pobres” uruguayos, quienes quedan “con las manos vacías”. Algo así como “la mano negra” que le quitaba la mamadera a “Raquelita”, en aquel inefable comercial que defendía “lo uruguayo” frente a lo importado.
 
Con estas declaraciones se fortalece la falsa imagen de empresario sátrapa que la izquierda construyó durante años, ya que la gente va a entender que no hubo acuerdos libres y voluntarios entre vendedores y compradores, sino una suerte de violenta colonización como hace 500 años.
 
Lo que no se dice, es que estos “pobres paisanos” vendieron sus tierras a precios que nunca soñaron en sus vidas. En el 2002 el precio promedio de la hectárea para uso agropecuario era de U$S 385 y hoy está en U$S 3.300, diez veces más caro. ¿Esto es quedarse con las manos vacías? ¿Acaso algún comerciante, algún industrial, algún profesional, algún inventor, algún científico, algún profesor universitario, vio multiplicar su patrimonio por diez en este período?
 
Ningún “extranjero rico” le puso un arma en la cabeza al “paisano” para obligarlo a vender. Lo que sí le puso fue un gran fajo de “patacones” que de muy buena gana nuestro paisano se los guardó en el bolsillo. Y si “ya no tienen qué trabajar”, será porque no supieron cómo sacar mejor provecho de su inversión o no supieron qué hacer con su dinero, tal como nos ha sucedido a tantos de nosotros. Nadie los engañó. Nadie se aprovechó de ellos. Algunos podrán decir que los gauchos son brutos, pero nadie dirá que son tontos.
 
Esta absurda y caricaturesca imagen de empresarios “ricos, extranjeros y abusadores” que utiliza quien ocupa el principal cargo en la cúpula del Partido Colorado, no ayuda en nada a entender cómo opera una sociedad capitalista, donde la mayoría de los ricos lo son por sus talentos, no por sus acomodos con el gobierno; donde ser rico y sano es mucho mejor que ser pobre y enfermo; y donde la riqueza no está en la tierra, en el petróleo o en el oro, sino en las mentes, que se cultivan no con abono, sino con educación.
 
Por suerte Uruguay fue un país liberal durante el siglo XIX, donde no había ICIR, ni IRPF, ni MIDES, ni Ancap, ni OSE, ni UTE, ni Antel y eso fue lo que motivó al abuelo de don José Batlle y Ordoñez y a tantos otros, a aventurarse hacia estas tierras para “hacerse la América”. De no ser así, el propio don Pepe hubiera nacido en Sitges y seguramente nada de esto lo hubiera motivado a venir por estas latitudes.
 
Muchas personas parecen estar más preocupadas por controlar la cantidad de tierra donde pastan y defecan las vacas, cuando la clave está en la cadena comercial, en la trazabilidad, en la logística, en la genética y en el management.
 
Todo esto es lo que trajeron los “extranjeros ricos” de El Tejar, de New Zealand Farming, de Bulgheroni, de Botnia o Katöen Natie; empresarios que con su ingenio, visión de futuro y persistencia, ayudan a que nuestras materias primas y mano de obra se vendan a mejores precios al mundo entero.
¡Sean bienvenidos, honestos empresarios extranjeros! Y si son ricos, mejor.
 
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* Guillermo Sicardi es Abogado, Máster en Administración de Empresas, Director del Instituto de Innovación y Desarrollo Emprendedor de la Universidad de la Empresa y Socio de Resultoría en Solution Alliance (www.resultoria.com) 

lunes, setiembre 17, 2012

Universidad sin paredes

por Guillermo Sicardi *
publicado en Semanario Búsqueda  el 13/09/2012


El acceso a la educación terciaria ha sido siempre un privilegio de los Montevideanos, ya que a las personas que viven en el interior se les hace mucho más difícil y costoso financiar sus estudios en la capital. Ya en 1911 don José Batlle y Ordóñez estaba preocupado por los costos extras que generaba la centralización y el 4 de mayo de ese año, envío un mensaje al Parlamento proponiendo la creación de los liceos departamentales diciendo:
“Los padres que desean proporcionársela a sus hijos, además del sacrificio pecuniario, tienen que imponerse otro mucho mayor: separarse de ellos enviándolos a Montevideo. [...]Así, para los no ricos, la educación de sus hijos es muy difícil y priva a éstos de la vida del hogar; la educación de las mujeres casi imposible. Para los pobres, ambas cosas son igualmente irrealizables”.

“Pero aun en los casos en que no existen dificultades de orden privado para acudir a los centros educativos de Montevideo, existe todavía un grave inconveniente en esa centralización de la enseñanza. Los estudiantes se desvinculan de sus pueblos de origen. Una vez formados se resisten con bastante generalidad a volver a sociedades que han dejado de armonizar con sus actuales condiciones mentales, y sólo por excepción se sienten atraídos por sus antiguas residencias.”

Hoy en día circulan propuestas de crear más Universidades en el interior, para lo cual se reclaman importantes sumas de dinero para construir los edificios y más dinero aún para pagar docentes y gastos de funcionamiento. Pero el gran problema no es el edilicio, sino el contar con docentes de buena calidad que vivan cerca de la Universidad, porque por los honorarios que paga la docencia (tanto pública como privada), no compensan el esfuerzo y los costos para dictar pocas horas de clases y volverse a la capital.

Hoy las Universidades no se construyen con ladrillos, sino con tecnología. Son las plataformas educativas on line las que permiten el acceso irrestricto y a bajísimo costo, a miles de estudiantes de cualquier condición social y ubicados en cualquier lugar del globo terráqueo, no sólo dentro de nuestro paisito.

La Universidad de Stanford (entre las cinco mejores del mundo) creó Venture Lab (http://venture-lab.org/), una plataforma que permite a cualquier persona estudiar gratis con su selecto plantel de profesores. La Universidad Europea de Madrid (http://www.uem.es/), con 16.000 estudiantes, acaba de anunciar que sube al cloud computing de Microsoft sus laboratorios virtuales “de una manera flexible y con la posibilidad de conexión en cualquier sitio, en cualquier momento y desde cualquier dispositivo. De este modo, además de aumentar los servicios ofrecidos a los estudiantes, se mejora la eficiencia al reducir las necesidades de espacios y el coste de máquinas distribuidas”. 

El mundo viaja en el sentido de la tecnología, de la desmonopolización del acceso a internet, de las plataformas interactivas para brindar servicios de todo tipo y Uruguay parece empeñarse en el camino conservador de antaño.
La “Universidad sin paredes” es un concepto mucho más amplio que el de los límites físicos de una construcción; es entender que somos –cada vez más- ciudadanos del mundo; que el conocimiento se crea en multilugares y en multiniveles; que el monopolio de la educación terciaria que detentó la Udelar por un siglo fue un gran absurdo; y que es otro gran error creer que seguiremos viviendo bajo un oligopolio universitario vernáculo, cuando ya hoy, en el momento en que Usted esté leyendo esta nota, yo estaré tomando mis clases en Stanford, a 10.500 kilómetros de mi hogar, sin pagar un centavo y sin fronteras.

* Guillermo Sicardi es Abogado, Máster en Administración de Empresas, Director del Instituto de Innovación y Desarrollo Emprendedor de la Universidad de la Empresa y Socio de Resultoría en Solution Alliance (www.resultoria.com)

jueves, agosto 16, 2012

Vincular Universidad y Empresa




por Guillermo Sicardi *

Durante décadas, la Universidad estuvo divorciada de la empresa y la empresa de la Universidad. En parte, por esa postura anti capitalista del co cogobierno monopólico universitario y en parte por el perfil de nuestro empresariado, que ha priorizado la experiencia práctica sobre el profesionalismo.
En Estados Unidos la situación ha sido muy otra. Las Universidades públicas y privadas han tenido un estrecho vínculo con la actividad empresarial desde siempre. Entendieron desde su propia génesis, que uno no puede vivir sin el otro y que ambos -trabajando en forma sinérgica- pueden lograr mucho más que estando divorciados. Y, más vale tarde que nunca, esto está sucediendo en Uruguay.


El Estado americano también entendió el potencial de esta comunión y decidió estimular las inversiones que las empresas hicieran en conjunto con las Universidades a través del sistema de Fundraising, que permite a las Universidades captar fondos para sus proyectos con “donaciones especiales” que realizan empresas y particulares, los cuáles reciben importantes beneficios fiscales.

Los resultados están a la vista. Silicon Valley surgió como un proyecto de la Universidad de Stanford que procuraba vincular a la “intelligentzia” universitaria con empresas e inversores para fomentar el emprendedorismo; y el Gobierno entendió que era mucho mejor renunciar al cobro de algunos impuestos, con el fin de favorecer la creatividad, la innovación y la creación de nuevas empresas. Bajo este esquema nacieron empresas del porte de MySpace, Google, Yahoo, Facebook y tantas otras. Hoy, si el estado de California fuera un país independiente, sería la 6ta economía del mundo.

Como todos sabemos, todo llega al Uruguay, aunque tarde y el régimen de las donaciones especiales no es la excepción. Fue establecido por Ley 18.083 de enero de 2007 y nuevamente regulado por Ley 18.834, en vigencia desde enero de este año. Nuestro sistema habilita que las empresas puedan destinar hasta el 5% de la Renta Neta Fiscal para realizar proyectos con las Universidades. Por ejemplo: una empresa que tuvo una renta de 1.000.000, pagará un IRAE de 250.000 (25%) y puede disponer de hasta 50.000 para donaciones especiales. Al aportar estos 50.000, el Estado le reintegra el 75% (37.500) en certificados de DGI y recupera como gasto a los efectos de IRAE el 25% del saldo (3.175). Por lo tanto, una donación neta real de 9.375, significan ingresos para el proyecto empresa-universidad de 50.000. La empresa recupera el 81,25% de la inversión.

Es un verdadero mecanismo ganar – ganar – ganar. Gana la empresa, gana la investigación universitaria y gana la comunidad. Las empresas ven mejorada su imagen corporativa al asociarse con proyectos de su interés particular, pueden vincular estos proyectos con sus políticas de Responsabilidad Social Empresarial, acercarse a la comunidad universitaria con  su red de networking global, además de involucrar a sus funcionarios a trabajar en proyectos desafiantes y detectar estudiantes avanzados que puedan ser incorporados a la empresa o que los nutran con nuevas ideas.

Durante los años que está en vigencia este sistema, empresas como Banco Santander, Ferrere Abogados, Frigorífico Tacuarembó, Schandy, BBVA, Zonamérica, Roemmers, Montevideo Shopping  y tantos otros, han utilizado este mecanismo con éxito, demostrando haber comprendido muy bien las palabras de Leonardo da Vinci: Los que se enamoran de la práctica sin la teoría, son como los pilotos sin timón ni brújula, que nunca podrán saber a dónde van.”  

Trabajemos para que este vínculo entre Universidad, empresas y Estado, tenga ahora timón y brújula y todos sepamos a dónde ir.

Dr. Guillermo Sicardi, MBA
www.resultoria.com

jueves, julio 26, 2012

Peor ineptos que corruptos



por Guillermo Sicardi *
Publicado en Semanario Búsqueda el jueves 19 de julio de 2012


“Podremos meter la pata, pero no la mano en la lata”. Con esta frase el Dr. Tabaré Vázquez se posicionaba como “el honesto” gobernante, frente a “los corruptos” rivales de los partidos tradicionales, lo que no sólo le sirvió para ganar las elecciones, sino para ganarse por varios años, la ya predispuesta mente de los consumidores uruguayos (y uruguayas) ante la máxima: “preferible inepto que corrupto”.

No se trata aquí de hacer un análisis político, sino del comportamiento del consumidor y del comportamiento organizacional en las empresas uruguayas, donde la moral (o la moralina) contra la corrupción, es mucho más fuerte que el valor por la eficiencia, la calidad y la buena administración.
Tolerar la ineptitud de un empleado, un Gerente o un Director, no es patrimonio exclusivo de la empresa pública.

Es más común de lo que uno imagina ver cómo se tolera la inoperancia y se la justifica por “la lealtad” del empleado con la empresa, por no saber los jefes cómo actuar ante el omiso, o el temor a las represalias del sindicato.  Sea cual sea la causa, terminan triunfando los ineptos.

Y esta ineptitud “a la uruguaya” es mucho más dañina que la corrupción “a la uruguaya” (generalmente de poca monta y poco vuelo). Cuando en el BHU un Director colorado le hizo una “gauchada” a un correligionario, contratando a un amigote con malos antecedentes, se armó un gran escándalo, pero pocos hablaron del agujero de dos mil millones de dólares que dejó el Banco por la pésima gestión de su management durante años. Lo mismo sucedió con los ciento veinte millones de dólares perdidos por Ancap al comprar una red de estaciones de servicio en Argentina: como no hubo corrupción, el asunto pasó al olvido. Y ahora Pluna, parece que gozará de igual inmunidad.

La calidad en el management no ha sido una de las virtudes más apreciadas por los uruguayos de ahora ni de antes: no se la exigen a los gobernantes y tampoco se la exigen a los privados. Tan es así, que lo vemos reflejado en datos estadísticos recogidos por el Ing. Juan Carlos Doyenart de Interconsult. Ante la consulta sobre lo que más priorizan los uruguayos en su trabajo figuran: primero la seguridad, 2) el salario, 3) el compañerismo, 4) los beneficios, 5) las directivas claras, 6) la capacitación y en un último lugar 7) la autonomía para tomar decisiones.

Algo similar sucede con los valores que los padres consideran “prioritarios” para la educación de niños y jóvenes: la solidaridad (31% de menciones), honestidad (26%), criticidad (25%), trabajo (20%), creatividad (18%) y emprendedorismo (13%). Es decir, que los uruguayos prefieren que sus hijos sean tres veces más solidarios que emprendedores. Y por “solidaridad”, pocos entienden que se trata de una “Adhesión circunstancial a la causa o a la empresa de otros” y muchos entienden que se trata de  “callar ante el que roba” (para no ser “buchón), u “ocultar los errores de un compañero” (en vez de corregirlo).

Estamos adormecidos. Nos han hecho creer que los ineptos son unos “pobres buenos tipos”, que no hacen daño y hasta merecen recibir nuestra misericordia, como si la ineptitud fuera una condición natural y no una decisión racional de no hacer, de no esforzarse, de no querer superarse. Y eso es lo que premiamos en empleados, en alumnos y en gobernantes.

Nada más vigente que las palabras de José Ingenieros, escritas hace más de 100 años en “El Hombre Mediocre”: La psicología de los hombres mediocres se caracteriza por la incapacidad de concebir una perfección, de formarse un ideal. El horror a lo desconocido los ata a mil prejuicios, tornándolos timoratos e indecisos: nada aguijonea su curiosidad, carecen de iniciativa y miran siempre al pasado”.

lunes, julio 02, 2012

Los otros empleados públicos





por Guillermo Sicardi*publicado en Búsqueda el jueves 28 de junio de 2012.

La lista de empleados públicos no se limita a quienes figuran en la plantilla del Estado bajo el “Rubro 0” del presupuesto nacional. Hay miles de empleados que trabajan para y sirven al Estado y no son empleados públicos. Y viceversa: hay miles de empleados que trabajan para y sirven a los privados y sin embargo cobran el sueldo a través del Estado.
Me explico con algunos ejemplos. Los Escribanos Públicos son considerados trabajadores de la actividad privada, aunque dedican gran parte de su tiempo a servir al Estado, más que a sus clientes. No son los clientes los que necesitan de un Escribano cuando compran un auto, hacen un contrato o ingresa un nuevo socio a la sociedad, sino que es el Estado quien lo exige. Son pocos los casos en que el cliente consulta al profesional en forma voluntaria y la mayoría de las veces lo hacen por exigencia estatal.

Lo mismo sucede con los Contadores Públicos. Me animo a decir que el 70% de su trabajo no lo dedican a agregar valor a sus clientes, sino a “liquidar impuestos”, tarea que beneficia más a la DGI que a la propia empresa que paga los honorarios del Contador.

Podemos seguir con los Despachantes de Aduana, una profesión en vías de extinción (como lo fue la de Corredor de Cambios ante el BROU). Su principal tarea ha sido la de empujar y aceitar trámites por los tortuosos y burocráticos vericuetos de la Aduana; que hoy son empujados casi automáticamente por el “expediente electrónico” y aceitados por la transparencia que brinda la propia tecnología, no el amiguismo con los funcionarios.

Podemos continuar la lista con los famosos “gestores” de jubilaciones, de habilitaciones municipales o de licitaciones y hasta los hubo por hacer fila en la madrugada y así obtener un número que permitiera renovar la cédula de identidad.

Estas actividades han sido -y algunas aún lo son- excelentemente remuneradas gracias a un Estado paquidérmico, que durante décadas fue poniendo obstáculos a la actividad de los ciudadanos. Si tuviéramos un Estado eficiente, las mismas no existirían o muy poco se pagaría por ellas.

Toda la inversión que hizo la sociedad y los propios profesionales en obtener sus títulos, no estaba pensada para que terminaran realizando tareas más manuales que intelectuales. Y me consta que muchos de ellos no disfrutan de realizarlas, puesto que carecen del más mínimo desafío profesional; aunque sí disfrutan al cobrar los honorarios que imponen los aranceles de sus respectivas corporaciones.

Por otro lado, existen en el Estado profesiones muy mal remuneradas y que –de estar bien ejecutadas sus tareas (cosa que hoy no sucede)- sí agregarían inmenso valor a los clientes, como es el caso de docentes y policías.

Es inconcebible que por “empujar papeles” se cobre más que por preparar las mentes de los jóvenes educandos y que por saber lidiar con la burocracia, se gane mucho más que por brindar seguridad a las personas y sus patrimonios.

Este reino del revés algún día se tendrá que corregir, y serán los consumidores, bajo el goce de la plena libertad de mercado y con menos burocracia del Estado, los que podrán decidir si vale más un Certificado o un Despacho, que un joven bien educado y una familia bien protegida.

Guillermo Sicardi es Abogado, Máster en Administración de Empresas, Director del Instituto de Innovación y Desarrollo Emprendedor de la Universidad de la Empresa y co-fundador de INICIADOR Montevideo, ONG que promueve el “Emprendizaje”: aprender a emprender

Nuestros Líderes





por Guillermo Sicardi *
pubicado en Búsqueda el jueves 21 de junio de 2012

Si a alguien se le pide que nombre a un líder, el 90% de los respondientes seguramente nombrará a un político. Es que en Uruguay no se conocen otros liderazgos: no hay líderes empresariales, religiosos, académicos o científicos, y recién ahora, Maestro Tabárez mediante, empiezan a identificarse algunos líderes en el deporte.
Liderar viene del verbo inglés “to lead”, que significa, guiar o conducir. Y aquí se plantea el gran tema de fondo que hace a la esencia de una persona, una empresa o un pueblo: ¿quién guía a quién?

Para comenzar, nadie puede liderar a otro, si no se lidera a sí mismo. En Uruguay el 70% de los ciudadanos creen que sus problemas “son culpa ajena”, el 80% prefiere “recibir órdenes a tener espacio para actuar”, el 75% cree que los ricos lo son porque “heredaron, tuvieron suerte o se aprovecharon de otros”. Las personas que no asumen la responsabilidad de sus propios actos, los que le echan la culpa a las circunstancias y los que no tienen metas, no pueden  liderar a nadie, ni siquiera a sí mismos. Dice la Biblia: “si un ciego guía a otro ciego, ambos caerán en el hoyo”.

La relación entre líder y seguidor no debe estar basada en la sumisión de uno al otro, sino en una decisión racional de seguir a quien se reconoce con más experiencia o sapiencia. Pero a causa de nuestras creencias limitantes, los uruguayos no elegimos líderes, sino Mesías, un “sujeto real o imaginario en cuyo advenimiento hay puesta confianza inmotivada o desmedida” para que resuelva todos nuestros problemas.
Es desmedido aspirar al empleo público eterno, al plan Mides, la asignación familiar, el subsidio a la exportación, la licencia paga o salvar el examen sin estudiar.  Y sin embargo, los seguidores lo reclaman una y otra vez, basados en una “confianza inmotivada” hacia ese Mesías, quien recurre -también una y otra vez- a las mismas promesas incumplidas.

Pero esto no es liderar, sino esclavizar. Un verdadero líder guía a otros a quienes también considera líderes: líderes de sí mismos. Los seguidores de un líder político, empresarial o religioso, siguen al líder por convicción, no por conveniencia y jamás por necesidad. Se trata de un pacto entre iguales: empresario con empleado, candidato con votante, predicador con feligrés.

Nuestros líderes son demasiado complacientes con sus seguidores: el político le da a las masas lo que éstas quieren oír, en vez de elevarlas; el empresario no destaca a los mejores para evitar el rechazo de los peores y el docente baja la exigencia, para congraciarse con los mediocres.

Los malos líderes se aprovechan de la ignorancia y los temores de sus seguidores, no para guiarlos, sino para someterlos. Otros, ceden ante sus reclamos y presiones. Por eso Uruguay necesita más líderes; algo así como 3 millones.

Guillermo Sicardi es Abogado, Máster en Administración de Empresas, Director del Instituto de Innovación y Desarrollo Emprendedor de la Universidad de la Empresa y co-fundador de INICIADOR Montevideo, ONG que promueve el “Emprendizaje”: aprender a emprender

martes, junio 19, 2012

Celebrar el Día del Emprendedor


por Guillermo Sicardi *
Edición del jueves 14 de junio de 2012

Existe el día del Trabajador, el de la Secretaria y el del Patrimonio, pero no existe  el Día del Emprendedor, sin el cual no habría ni trabajadores, ni secretarias, ni patrimonio.
El Emprendedor es el factótum de una sociedad, creando valor con sus iniciativas, generando riqueza y bienestar, así como trasmitiendo valores con el ejemplo de su acción: planificando, asumiendo riesgos, exigiendo calidad y creando oportunidades.

Emprendedor no es sinónimo de empresario. Todo aquel que tenga un objetivo en su vida, desarrolle acciones para lograrlo y mantenga su entusiasmo y energía tras sus metas, puede considerarse un emprendedor y esa figura merece nuestro reconocimiento.
El 5 de julio de 2010, festejamos por primera vez en Uruguay el Día del Emprendedor y poco tiempo después se presentó un Proyecto de Ley para celebrar oficialmente este día, el que se encuentra actualmente a consideración del Senado de la República.

El Día del Emprendedor se celebrará el “primer lunes de julio de cada año”, por las siguientes razones: “Primer”: porque un emprendedor está siempre un paso adelante, tomando iniciativa y no siendo segundón de nadie. “Lunes”: porque mientras la inmensa mayoría de los mortales dicen “Gracias a dios es viernes”, el emprendedor dice “Gracias a dios es Lunes”, donde vuelve a su trabajo con alegría, porque no ve el trabajo como un yugo, sino como un  medio de realización personal. “De Julio”: ya que para muchos se trata del segundo semestre, del “tobogán” hasta fin de año y para un emprendedor es un mojón para retomar aliento y avanzar hacia nuevas metas. “De cada año”: para que año tras año se le recuerde a la sociedad el rol del emprendedor y que todos entiendan que el que tiene más, es porque hace más y porque es más, y que carece de todo valor moral, quitarle al que hizo más, para darle al que hizo menos.
Si algún día se llega a celebrar el Día del Emprendedor, como se celebra el del Trabajador o tantos otros, ese día jamás será un día feriado o no laborable, ya que la mejor manera que tiene un emprendedor para celebrar algo, es haciendo, no, no haciendo.

Lamentablemente, en el Uruguay de hoy,  hay más depredadores que emprendedores. En parte, porque se aprecia poco el valor de emprender y mucho el de depender; porque se valora más la seguridad, que el tener oportunidades; y porque nos hemos entrenado más en repartir, que en hacer crecer.

Dedicar un día al año a ensalzar la figura del Emprendedor, podrá ser considerado un pequeño paso para el hombre, pero será un gran paso para cambiar la mentalidad conservadora y conformista que rige en Uruguay, por una mentalidad de abundancia, de posibilidades y de logros individuales. Por eso ese día, será un gran día.

Dr. Guillermo Sicardi, MBA
www.resultoria.com

jueves, junio 07, 2012

Cárceles con losa radiante y hogares congelados


En el Uruguay frentamplista rige el reino del revés: pagan más los que trabajan más, los atorrantes viven mejor que los emprendedores, los delincuentes están libres y los honestos tras las rejas en sus propias casas. 

Y la última perla para este triste collar: mientras los trabajadores no podemos tener una buena calefacción en nuestros hogares, a los presos, ladrones y asesinos, les pondrán loza radiante en las celdas "para ahorrar".

En Estados Unidos es diferente. Allí, el Sheriff Joe Arpaio, de Maricopa, Arizona, creó una cárcel con carpas como las que usa el Ejército, para evitar que Arizona gastara decenas de millones de dólares en la construcción de otro complejo carcelario. Se llama “Jail Tent”.

El Sheriff Joe Arpaio tiene a los presos vestidos con uniformes de presos y ropas interiores de color rosado. Dice "Si se escapan y los ven así vestidos, todos sabrán de dónde vienen".


Además, el está comprobado que el color rosado aplaca los ánimos y los deja más calmos. 

Pero los presos se quejan de su ropa y del calor que hace en las carpas (en Arizona es zona cuasi desértica). En un momento las temperaturas en Phoenix pasaron los 50 grados y 2.000 internos fueron autorizados a despojarse de sus ropas y quedar vestidos únicamente con sus calzoncillos rosados proveídos por el gobierno.


Los presos igual se quejaban: “Esto es el infierno, estamos adentro de un horno”, se quejó Ernesto Gonzales, con dos años de condena cumplida y diez más para cumplir, 'es inhumano'. Ese mismo día Joe Arpaio les contestó a sus quejas con esta frase:

'Tenemos entre 48 ºC y 54 ºC en Irak, nuestros soldados allí también viven en carpas, caminan todo el día bajo el sol cargados con sus pertrechos de guerra, encima les disparan y ellos no han cometido ningún crimen, de modo que cállense la boca'.

Además los hace trabajar en tareas comunitarias, limpiando calles y carreteras para ahorrarle dinero a los contribuyentes y para que hagan algo útil:

Estas cuadrillas estaban integradas sólo por hombres, a quienes sacaba fuera de la cárcel encadenados y con grilletes en los tobillos para que no se escapen. 

Lo acusaron de discriminación, entonces instauró cuadrillas de mujeres –también encadenadas- para que no lo acusaran de discriminación.


Cortó la televisión por cable hasta que se enteró que una orden de la Corte Federal exigía proveer con televisión por cable a las cárceles. Volvió a conectar la televisión por cable, pero sólo permite el canal Disney y el canal meteorológico. 

Cuando le preguntaron por qué conectaba el canal meteorológico, dijo: 'Así estos turros sabrán cómo estará el clima cuando salgan a trabajar en mis cuadrillas'.


Cortó el café porque tiene cero valor nutritivo y porque es un derroche del dinero de los contribuyentes. Bajó los gastos de alimentación al mínimo necesario, menos de 1 dólar por día, dieta que incluye sándwiches de mortadela. Cuando los internos protestaron, les dijo: 'Esto no es el Ritz Carlton. Si no les gusta, no vuelvan'.

Ha prohibido fumar y mirar revistas pornográficas en las cárceles, ha retirado los aparatos de entrenamiento y levantamiento de pesas, y ha cortado todo espectáculo cinematográfico, exceptuando películas clase 'G'. Dice: 'Están en la cárcel para pagar una deuda con la sociedad, no para criar músculos y asaltar a gente inocente cuando dejen la prisión'.


Estas son algunas de sus reglas internas y se las recuerda poniendo carteles como éste:

“Trabajo duro. Pelo corto. Sandwiches de mortadela. TV Educativa. Ropa interior rosada. Test anti drogas” “NO Fumar, NO cine, NO café”



Este cartel dice: “El Sheriff Joe dice: Conduzca y beba. Vestirá de rosado


Joe Arpaio, encargado de la cárcel de Maricopa, no les da electricidad a los presos para no gastar energía eléctrica que tengan que pagar los contribuyentes honrados y decentes.

Si quieren electricidad tienen que pedalear en unas bicicletas que cargan una baterías para tener luz y de paso "hacen ejercicio que les viene muy bien". 


En esta cárcel no hay gimnasio, “Están en la cárcel para pagar una deuda con la sociedad, no para criar músculos y asaltar a gente inocente cuando dejen la prisión”.

El cargo de Sheriff es electivo y a pesar de las críticas que recibe de los defensores de los derechos humanos de los presos (no de los ciudadanos honestos), Arpaio es reelecto año tras año.


La pregunta de rigor: ¿Eduardo Bonomi, Daisy Tourné, José Díaz o Joe Arpaio? Usted decide.