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jueves, octubre 28, 2021

CUMPLEAÑOS 90 DE ANCAP: NADA QUE CELEBRAR.


CUMPLEAÑOS 90 DE ANCAP: NADA QUE CELEBRAR.
por Guillermo Sicardi | Semanario Búsqueda | jueves 14 de octubre de 2021.

Ancap es el “relato” más mentiroso que los uruguayos nos venimos tragando desde hace 90 años. Nos hicieron creer que Ancap nos da “soberanía”, que “es nuestra”, que nos asegura el suministro de combustibles, que evita que los privados se “abusen” del consumidor, que fija precios “justos” para todo el territorio nacional, y que … que …. que. Todo patrañas.

Voy a citar casi textualmente una serie de posts subidos a Twitter por José Matonte, un patriota que se cargó a sus hombros el desafío de desnudar a este rey con pies de barro, con datos, cifras y argumentos sólidos que nadie ha podido rebatir con contundencia.

Durante su larga vida, Ancap abasteció de combustibles a toda la sociedad gracias al monopolio legal que administra y aún así, la fundieron durante la gestión frenteamplista.

Si Ancap no existiera y hubiera libre importación, el mercado (regional y mundial) nos hubiera suministrado todos los combustibles que necesitamos y en las cantidades justas. Como en su momento la refinería generaba excedentes de naftas, salieron a comprar la red de estaciones de Sol Petróleo en Argentina. Perdimos unos 300 millones de dólares en esa genial jugada.

Pero no fue la única empresa “satélite” que crearon. Se metieron en Alur, Carboclor, Gas Sayago, Cementos del Plata y otros emprendimientos que fracasaron o empardaron. Ninguna utilidad para los uruguayos de a pie.

Para lo que sí Ancap fue muy útil, fue para darle empleo y recursos a directores políticos, que usaron el ente para satisfacer sus caprichos y sus campañas electorales. También Ancap fue utilizada para ingresar amigos y correligionarios a engrosar la planilla de trabajadores al Estado, al punto tal que llegó a tener 11.000 funcionarios por los años `70.

En vez de “crear valor”, Ancap destruyó valor. Le quitó dinero del bolsillo de los uruguayos que cada uno de nosotros hubiéramos invertido en mejorar nuestras casas, en la educación de nuestros hijos, en renovar maquinaria para la empresa pyme o disfrutarlo en familia. Sin embargo, Ancap nos robó 3.000 millones de dólares por sobreprecios de los combustibles y otros 300 millones en pérdidas acumuladas en la División Portland, solamente durante los últimos diez o quince años. ¡¿Se imagina en 90 años el destrozo que hicieron?!

A nivel político solo se habla de cuánto perdería ANCAP si se desmonopoliza, pero no analizan cuánto ganarían los sectores productivos con combustibles más baratos y el derrame positivo que eso provocaría en resto de la economía. Veamos algunos ejemplos:

El comercio. En los departamentos de frontera (por diferencia de precios), se vende menos combustible que en el resto del país. Solo en naftas, se dejan 38 millones de dólares por año en los países vecinos.

La industria hace años que es menos competitiva por diversos factores, uno de ellos es por los sobrecostos energéticos.  Si la industria “prende sus motores” a pleno, es un sector que rápidamente puede volver a generar empleo. Pero preferimos mantener el monopolio.

El cultivo de arroz genera 48 empleos (chacra e industria) por cada 1.000 hectáreas, pero en los últimos años disminuyó 50.000 has el área sembrada. Tiene todo pronto para  volver a crecer rápidamente si los costos del gasoil bajaran.

La granja también genera mucho empleo.  Puede utilizar hasta 400 litros/ha de gasoil y muchos productores pequeños no descuentan IVA. Se les hace imposible competir con productos importados o transportar desde zonas alejadas.

Hay muchos más casos. Solo basta imaginar (en cualquier sector industrial o comercial) cómo mejoraría su actividad si el gasoil costara en el entorno de los 30 pesos por litro y la nafta 40. Y si el problema no es Ancap, sino los impuestos, entonces que cierren el Correo (que pierde 30 millones por año), el Inumet (que gasta otros 5 millones), AFE, el Fondes o 14 de las 19 intendencias. 

Para la inmensa mayoría de la sociedad no hay motivos para celebrar el aniversario de este ente que nos ha esquilmado con sobreprecios, con impuestos encubiertos y pérdidas millonarias. 

Los únicos que tienen motivo para festejar son los políticos que se valen de ella, sus trabajadores y un puñado de empresarios que viven a la sombra del monopolio 

Cierren de una vez por todas este monstruo insaciable. Y ese día sí, celebraremos como corresponde. 

¡Ancap delenda est!

 

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