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domingo, noviembre 23, 2008

El factor Gramsci por Pablo da Silveira

Cuándo podremos decir que la izquierda regional se reconcilió plenamente con la democracia? Una respuesta breve sería: cuando haya roto con Gramsci.

Antonio Gramsci fue el fundador del Partido Comunista italiano. Nació en 1891 y fue perseguido por el régimen fascista de Benito Mussolini. Estuvo preso entre 1926 y 1934. En ese período escribió sus célebres Cuadernos de la Cárcel, donde delineó un conjunto de ideas que tienen influencia hasta hoy.

Gramsci fue visto como un gran innovador, y efectivamente lo era. Contradijo la tesis leninista de que el camino para llegar al poder es la violencia revolucionaria. Reconoció el papel central que los marxistas siempre adjudicaron a la lucha sindical, pero agregó que no era el único medio.

Afirmó el papel esencial de la cultura y sostuvo que era allí donde había que dar la lucha contra el capitalismo: al Estado se lo conquista desde la sociedad civil, sirviéndose de la prensa, el sistema educativo, la industria cultural y, desde luego, la acción sindical y política.

Las ideas de Gramsci sonaban muy heterodoxas para el marxismo-leninismo. Por ejemplo, encerraban un duro cuestionamiento al determinismo económico. Pero en otros aspectos prolongaba las ideas tradicionales, aunque las formulara en un lenguaje nuevo. Y este es el Gramsci que más pesa hoy. Sus críticas a la ortodoxia han perdido importancia porque la propia ortodoxia se ha debilitado. Pero su reafirmación implícita de muchas ideas centrales de la tradición leninista sigue teniendo influencia sobre el modo en que piensa y actúa buena parte de la izquierda.

Una de las ideas tradicionales que Gramsci prolonga es la noción del Estado como fortaleza a ser conquistada. Las instituciones no son el espacio de encuentro de todos los ciudadanos ni el lugar donde arbitramos nuestros conflictos. El Estado es un aparato de poder que debe ser controlado para imponer una orientación política indiscutida.

Los medios son distintos a los de Lenin, pero la concepción del Estado no cambia. Hay una misma negación del pluralismo político y un mismo rechazo a la rotación de partidos en el ejercicio del gobierno. Cuando se logra controlar el Estado, no hay que soltarlo. El fin de un gobierno no es un fenómeno normal sino una señal de debilidad.

Otro punto en el que Gramsci coincide con Lenin es la negación de toda autonomía a la sociedad civil.

Las organizaciones sociales, el sistema educativo, los medios de comunicación y las instituciones culturales deben estar sometidos a la conducción política. Todo se reduce a una guerra de trincheras en la que se va ganando terreno y acumulando fuerzas para la conquista del Estado.

Por eso es importante ir ganando posiciones. Un dirigente sindical no es sólo un dirigente sindical sino un actor político que cumple una misión en un ámbito específico.

El sistema educativo no es el lugar donde se prepara a la gente para vivir su propia vida, sino una herramienta para inculcar modos de pensar y fabricar adhesiones políticas.

Un tercer punto en el que Gramsci sigue siendo típicamente leninista es el modo en que concibe el trabajo de los intelectuales. Sus ideas al respecto se resumen en una expresión que se hizo famosa en los años sesenta: "intelectual orgánico".

El "intelectual orgánico" es una variante de lo que suele llamarse un "intelectual comprometido". Lejos de encerrarse en su torre de marfil, se involucra en los conflictos sociales y se pronuncia permanentemente sobre lo que ocurre.

Pero hay algo más: el "intelectual orgánico" no aspira a servir a la sociedad en su conjunto ni pretende tener independencia de juicio. Se reconoce afiliado a un bando y cumple con la tarea de suministrar munición argumental a su dirigencia política.

Para decirlo en breve, el "intelectual orgánico" es un intelectual que se suicida: mediante un acto dogmático reconoce a sus jefes políticos una lucidez superior a la suya y se somete a su juicio. Lo verdadero es lo que la dirigencia considere verdadero y lo justo es lo que la dirigencia considere justo. Por eso deja de actuar como intelectual y pasa a desempeñarse como funcionario.

La izquierda regional viene recorriendo un largo camino. Primero revalorizó las garantías formales de la "democracia burguesa", tras haber experimentado de la peor manera qué es lo que pasa cuando se eliminan.

Luego (al menos en países como Brasil, Chile y Uruguay) adquirió cultura de gobierno, es decir, descubrió el mundo de complejidades y matices que es posible ignorar mientras se es oposición.

Pero todavía le queda romper con Antonio Gramsci. Sería bueno para todos que eso ocurra.

El País Digital

Increible que un Tupamaro escriba esto. Bienvenido


YA BASTA / Por Eleuterio Fernández Huidobro |*|

La culpa la tuvo Nacional, Danubio, el campo de juego no apto, la Policía, los barrabravas, los dirigentes del fútbol, la ministra, Unión Atlética, Atenas, las canchas de futsal en Canelones... Y así sucesivamente con tal de eludir el toro que no queremos agarrar por las guampas.

La tuvieron los rapiñeros, los almaceneros, Cambadu, las ancianas arrebatadas, la pasta base, las cárceles, los presos, la cumbia villera, la marginación, la extrema pobreza, el Mides, la Colonia Berro, los funcionarios del INAU, el Padre Mateo, la violencia por televisión, la sociedad de consumo, el fracaso de la enseñanza, los divorcios, las madres adolescentes... Y así sucesivamente.

La dictadura, los blancos, los colorados, las patronales, los sindicatos, el Frente Amplio, las guerrillas de antaño. La política económica de Astori y el lenguaje de Mujica... Y así sucesivamente.

Las profundas causas sociales pero también el deterioro de las costumbres, los travestis, Tinelli...

Ahora, también: las armas de fuego en poder de la gente.

No importa si es una sensación o si es inseguridad directa lisa y llana: es un gravísimo problema. En medio de tal panorama, la querida ministra del Interior le pide a la población que se desarme.

Obviamente, los delincuentes no lo harán; las cobardes patotas tampoco; los cobardes sueltos tampoco.

La propuesta sería buena si viniera acompañada de una excelente Policía del tipo escandinavo o, por lo menos, holandés: muy buenos sueldos (digamos, de nivel bancario); inmejorable armamento, vehículos, comunicaciones, ropa, tecnología... Y, además, mucho más numerosa.

En Uruguay ello es imposible por dos o tres "cosas": ninguna corporación ni persona estaría dispuesta a pagar los impuestos necesarios para levantar esa factura. Somos partidarios, en masa, de tener la chancha y los cuatro reales. Porque cuando uno averigua el sueldo de un policía hoy: cómo vive, cuánto tiempo trabaja, con qué herramientas y, encima, a ese muy concreto Policía le exige que sea sueco, holandés o, cuanto menos de Scotland Yard, una de dos: o ese "uno" está loco, o tiene cierta parte rellena gravemente con papelitos.

Otra cosa: si aún aquella Policía "de primera" llega a reprimir como es debido, levantará de inmediato un inmenso coro de las más variopintas fuentes. Porque en Uruguay todos queremos ser simpáticos y por sobre todo "quedar bien" (a costilla de los demás). Nadie quiere soportar "costos políticos". Esta rara enfermedad nos viene del Estado deformado (y desde cuando lo deformaron): nadie, menos un mando "medio", y mucho menos uno de más arriba, quiere "lío". Deseamos pasarla lo mejor posible.

Mansos; absolutamente quietos. Dormir la siesta hasta el nuevo ascenso y, por fin, la jubilación. Y si a algún desubicado se le ocurre la horrible idea de mover algo, la respuesta será el coro al que cada quien se sumará para mantener la santa paz de la máxima parálisis. Es un reflejo condicionado que, desde nuestro gigantesco Estado, cundió por la sociedad. Estamos mentalmente colonizados por la burocracia.

Por fin, la izquierda uruguaya sufrió y sufre graves confusiones al respecto: desde la oposición criticamos siempre, implacablemente, toda represión: nuestro gobierno, en general todos los gobiernos de izquierda y hasta incluso las revoluciones iban a ser un cántico (de ser posible villancico) alusivo a la bondad y la inocencia.

Sin embargo, con extrañísima esquizofrenia aplaudíamos toda represión, hasta las más infames, proveniente de gobiernos autodeclarados de izquierda. Y a los delincuentes, pobres víctimas del viejo sistema, les íbamos a restañar las heridas y enseñar a ser buenos con dulces palabras y verdades incontrovertibles que iban a entender rápidamente "convirtiéndose". Hubo, en todo eso una inocultable influencia evangélica. Somos mucho más católicos de lo que creemos.

Y cuando apoyamos revoluciones como por ejemplo la Española, salvo casos muy aislados (que se fueron a pelear en ella), juntábamos ropa, medicamentos, juguetes, cuadernos... Como enfermeras. La Revolución era en nuestro imaginario fantástico, un Hospital de caridad. Mejor: un gran Sanatorio solidario.

Con las demás hicimos algo muy parecido. Y así sucesivamente.

Somos batllistas: vivíamos alejados del humo, los alaridos escalofriantes, la sangre, y la pólvora. Pero además creíamos a pie juntillas que jamás nos iban a "tocar".

Por todo lo tanto, y pasando raya, parecería muy recomendable desobedecer a la querida compañera ministra: no hay más remedio por ahora que armarse. Porque cuando el Estado falla; cuando falta; cuando resigna porque no tiene más remedio; o cuando es superado, la ciudadanía tiene pleno derecho a defenderse. Artigas proclamaba en sus Instrucciones del año XIII el derecho inalienable de cada Provincia a "levantar sus propios Regimientos". Los blancos, después, plantearon lo mismo. Y prohibírselo costó mucho derramamiento de sangre. Y cuando ciertos tipos de delincuencia contemporánea han levantado sus propios "Regimientos" (acá y en el mundo), la ciudadanía tiene derecho a defenderse. En realidad casi siempre fueron los colorados los partidarios de que la gente no tuviera armas...

Su tenencia fue para los fundadores de la democracia (que inspiraron la nuestra), un atributo de la libertad. Lo sigue siendo hoy.

No podemos cerrar los ojos para no ver: estamos ante cambios sociales nunca vistos hasta ahora y no podemos permitir que nos transformen como intentan con México en estos días, o en Colombia, o como ya han logrado en el Congo, en Haití y en tantos lugares, en otro "Estado Fallido" donde por no haber "atajado" a tiempo, hoy mandan las Hordas, los Imperios, y no hay Estado.

Nos están ocupando, ante nuestros ojos y ante nuestra inoperancia, los espacios públicos. Nos matan con pasta base. Nos rompen las escuelas y las policlínicas barriales. El colmo es que ni los presos pueden hoy vivir en paz porque nos han copado hasta las mismísimas cárceles

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Guillermo Sicardi

Por fin la izquierda acepta que los delincuentes no son "víctimas" de la sociedad, sino que son víctimas de sí mismos. Tienen libre albedrío, tienen la capacidad de elegir y por lo tanto deben asumir la responsabilidad de sus decisiones. Optaron por delinquir, y este "combo" trae consigo la represión a tal delito. Hasta ahora, la teoría frentista es otra bien diferente.

No comparto la idea de que hay que armarse en cada hogar para enfrentar a las hordas de delincuentes ya que el Estado falló. Lo que hay que hacer es que el Estado funcione y para ello debe FOCALIZARSE en pocas tareas cruciales. La proteccion de la propiedad privada y la seguirdad individual son dos de ellas. Pero difícilmente lo pueda hacer si destina dinero para evitar que se funda la privilegiada Caja Bancaria, o mantiene miles de zánganos en las Intendencias o desplifarra millones en el estúpido negocio de hacer volar a Pluna.

Si todo ese dinero, derrochado por sus propios compañeros Frenteamplistas, se hubiera volcado a la policía, hoy Fernández Huidobro tendría una Policía - no sé si como Scotland Yard - , pero sindudas mucho mejor que la que tenemos ahora.

miércoles, noviembre 19, 2008

A cuatro años de su partida

Hoy, 18 de Noviembre, hace cuatro años que falleció mi madre y quiero compartir en mi Blog lo que escribí el mismo día de su partida y compartí con amigos como homenaje a esta gran mujer.
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Hoy se fue Mamá ...

Queridos amigos,

Lamentablemente hoy murió mi madre, luego de unos cuantos días de agonía, fruto de un cáncer que cuando lo detectamos, ya estaba muy avanzado.

Para quienes la conocieron, mi madre fue Josefina para unos, “Meja” para la gran mayoría, pero también fue “la Mejuana”, “Noná” para sus nietos, ”Pepita”, “Mejita” o “Señora Meja” para mis amigos de la niñez que ponían el “Señora” delante del Meja, en una señal de respeto a la madre de su amigo, pero agregaban el Meja, que les daba confianza y familiaridad. Todos estos son sobrenombres y diminutivos cariñosos para una mujer que siempre dio cariño a quienes la rodearon.

No todos saben porqué le decían “Meja” y vale la pena contarlo.
Resulta que mi bisabuelo Massonnier, era miembro de la empresa francesa Lumiere (quienes trajeron el cine por primera vez al Uruguay) y años después, mi abuelo Carlos Massonnier -que era un muy buen pianista aficionado- completaba sus ingresos para alimentar a sus 7 hijos tocando el piano como acompañamiento en las películas de cine mudo.
Resulta que otro miembro de esta peculiar “orquesta” era un gallego que apenas se le entendía lo que decía, y cada fin de semana traía cuentos de su hija que comenzaban diciendo: “Ayer M`eja hizo tal cosa ... y M`eja hizo tal otra”.
De ahí que mi abuelo, cuando hacía los cuentos sobre su hija Josefina, también los comenzaba –en tono de sana burla- con el M`eja, en vez de Mi hija ... Allí le quedó el “Meja” de por vida.

La enorme tristeza y vacío que nos deja hoy su partida, quiero llenarla compartiendo con ustedes sus grandes virtudes y su ejemplo de vida.

Mi madre fue ante todo, una persona BUENA, en el más amplio sentido de la palabra.
Basaba su bondad en parte en su propia inocencia, en su espíritu alegremente infantil, en su amor a los demás y en sus siempre sanas intenciones. En casa siempre había lugar para uno más en la mesa y disfrutaba más en cocinar y atender a otros, que en hacerlo para sí misma.
Sus comidas caseras eran espectaculares: sus pascualinas, el Minestrone, la polenta bien hecha, las gloriosas milanesas ...... quedarán en la memoria de más de uno. Pero nada ni nadie ha podido superar su chimichurri.
Tan rica la hacía que todos se la comían con pan antes que el asado estuviera pronto !! Qué maravilla !!

Mi madre fue también una mujer exitosa. No con el vulgar concepto económico de éxito que todos tenemos, sino que tuvo el éxito de quedar en el corazón y en el recuerdo de todos a quienes acompañó, ayudó y alegró durante sus casi 80 años de vida.

Ella ha logrado dejar un hermoso legado al haber tenido siempre las justas palabras de aliento ante una situación difícil, la mano extendida, una visión optimista del futuro, a estimularme a emprender nuevas actividades y desafíos, a saber llenar la casa de amigos, a ser decente, a ayudar a los demás, a ser humilde y a aplicar siempre la gracia y el buen sentido del humor.

Por eso hoy no debe ser un día triste.

Lamentablemente no creo en una vida en el más allá, aunque hoy quisiera hacerlo.
Pero si la hay, no tengo dudas que mi madre tendrá un lugar hermoso en ella: se reencontrará con sus queridos hermanos, especialmente con Margarita, con sus padres y amigos a quienes seguirá alegrando, apoyando y ayudando cuantas veces pueda.

Por eso hoy todos te decimos “¡Hasta siempre Mejuana!”, “¡Hasta siempre Nonina! ... Meja!! ... Pepita o Señora Meja ....” Salúdenla con el que más les guste.
Yo simplemente te digo ... “Hasta siempre Mamá”!!!


Guillermo Sicardi Massonnier
Jueves 18 de noviembre de 2004.

domingo, noviembre 16, 2008

Sensaciones térmicas por Leonardo Haberkorn. Diario "El Pais"


No hay más delitos y más inseguridad en Uruguay. Pero la prensa
sensacionalista y la televisión te crean la sensación térmica.

No hay inflación en Uruguay. Pero como una baguette de Tienda Inglesa hace
unos meses valía 12 pesos y ahora vale 17, te queda la sensación térmica.

El Frente Amplio no practica el clientelismo que tanto le criticó a
colorados y blancos. Pero como, según cifras oficiales, el gobierno del
Frente colocó 12.000 nuevos empleados públicos, te queda la sensación
térmica.

No es que el gobierno haya sido irresponsable al administrar el dinero del
Estado de estos años sin aftosa. Pero como el gasto público aumentó 30%,
unos 4.600 millones de dólares, te queda la sensación térmica.

No es que nuestro excelente equipo económico gobierne con una visión de
corto plazo. Pero como el ministro nos dice que nos quedemos tranquilos
porque la situación está controlada hasta el año 2010, ¡y hoy estamos a
fines de octubre de 2008 !, te queda la sensación térmica.

No hay nada raro detrás del repentino gran entusiasmo por la energía
nuclear. Pero como frentistas, blancos y colorados que nunca se ponen de
acuerdo en nada, la apoyan todos juntos y con tanta pasión, te queda la
sensación térmica.

No es cierto que al gobierno le interesen más los delincuentes que los
ciudadanos comunes. Pero como al asumir crearon varios mecanismos para que
los presos salgan antes de la cárcel y recién tres años después se acordaron
de las víctimas, te queda la sensación térmica.

No es que la Armada uruguaya no sepa manejar sus barcos. Lo que pasa es que
como chocaron las dos fragatas nuevas en su primer viaje y un poco después
una de ellas chocó con un pesquero y luego perdieron dos botes auxiliares,
te queda la sensación térmica.

No es que entre los publicistas cualquier bajeza valga con tal de facturar
un peso. Pero como algunos usan imágenes de Papá Noel y ositos de peluche
para vender cerveza, te queda la sensación térmica.

No es que haya un artículo de la Constitución que obligue a que el noticiero
de Canal 5 sea oficialista siempre. Pero como fue oficialista con los
blancos, los colorados y ahora lo es con el Frente Amplio, te queda la
sensación térmica.

El gobierno no me toma el pelo. Pero como el petróleo bajó a la mitad y el
boleto que pago pasó de costar 13,50 pesos a 14, me queda la sensación
térmica.

No es cierto que la actual Intendencia de Canelones sea apenas un poco mejor
que la siniestra última gestión de Tabaré Hackenbruch. Pero como hace tres
meses que mi calle está a oscuras y hace un mes me tomaron el reclamo como
"urgente" y todavía no cambiaron ni siquiera uno de los focos, me queda la
sensación térmica.

No es que todas esas publicidades que hablan de lo divino y único que es el
Uruguay estén creadas por el Ministerio de Economía o por emisarios
extraterrestres. Pero como cada año hay más de 20.000 uruguayos que eligen
emigrar de un país tan maravilloso, te queda la sensación térmica.

¿Por qué será que todo el mundo se sigue yendo? No hay que irse, hay que
quedarse. Quizás se podría encomendar a uno de los 12.000 nuevos empleados
públicos que recorra el aeropuerto con un altavoz y repita: muchachos,
quédense, Uruguay es el país del futuro: no le hagan caso a la sensación
térmica.

miércoles, noviembre 12, 2008


Nuestro inquieto amigo Nestor Juchnewics nos presenta esta selección de 10 Universidades top que ofrecen cursos gratis vía web.
Una manera de estar actualizado y ver qué y cómo hacen los que mejor hacen.


1. MIT - Mas de 1800 cursos ofrecidos a través del proyecto "Open Course Ware". Los cursos son con textos, audio y video; traducidos a diferentes idiomas. 96% de quienes realizan estos cursos, los recomiendan.
http://ocw.mit.edu/OcwWeb/web/home/home/index.htm


2. Open University - Es la mayor institucion academica del Reino Unido.
http://openlearn.open.ac.uk/

3. Carnegie Mellon University - Programa "Open Learning Initiative".
http://www.cmu.edu/oli/

4. Tufts University
http://ocw.tufts.edu/

5. Stanford - Una de las universidades lideres en el mundo.
http://itunes.stanford.edu/

6. University of California, Berkeley -
http://webcast.berkeley.edu/courses.php

7. Utah State University -
http://ocw.usu.edu/

8. Kutztown University of Pennsylvania -
http://www.kutztownsbdc.org/course_listing.asp

9. University of Southern Queensland - Australia
http://ocw.usq.edu.au/

10. University of California, Irvine -
http://ocw.uci.edu/



Les recomiendo visitar el Blog ZpringUp
http://zpringup.blogspot.com/2008/06/las-mejores-universidades-gratis.html

martes, noviembre 04, 2008

Otra vez reelección

por JAVIER GARCÍA

Hace un mes el Frente Amplio anunció que juntaría firmas para plebiscitar, junto a la elección del 2009, la posibilidad de votar desde el exterior. Hizo antes el intento de aprobar una ley que habilitara el voto consular, que no obtuvo las mayorías que se requieren. No obstante, ahora, se procura un nuevo intento, éste por vía plebiscitaria.

Esta semana, además, lo que era un pequeño grupo de militantes ignotos se transformó en un movimiento que pasó a tener una infraestructura propia de sostenes políticos mayores a los que esas personas pueden poseer, y con una sede en pleno Centro, lanzaron la campaña reeleccionista. Alguien, atrás, con más poder los empuja.
No es de sorprenderse que a las pocas horas varios ministros hicieran fila para empezar a firmar, todos de grupos ajenos al de Mujica y Astori. Los socialistas, que tienen oficio, le dieron la orden a los secretarios de Estado e intendentes de ese sector que firmen y por ello se apilan frente a las cámaras para apoyar la reelección.

El malestar de Mujica es notorio y amenaza con dedicarse al Senado que en su jerga es como dedicarse a tomar Sol, porque esa es más o menos la importancia que le da.
Una y otra jugada, la del voto consular y la de la reelección, son señales de debilidad. El Frente Amplio, que según decían había llegado para quedarse, se encuentra empantanado en problemas internos.
Como es un partido de burocracias políticas sus recambios y su renovación no se da por la vía natural que es el surgimiento de liderazgos que desafían y se plebiscitan en elecciones internas. Son, sí, fruto de pesada maquinaria donde importa más ser amigo del "secretario general" que recorrer, visitar y conquistar adhesiones en forma transparente.

Las mayorías absolutas y mecánicas que dispusieron en este período les hicieron creer que serían imbatibles y la soberbia los alejó de la gente. Encuestas y analistas dicen lo que todos saben: habrá segunda vuelta.
Como la mano viene complicada y la debilidad abunda, los manotazos de ahogado aparecen. Proponen que voten los de afuera, que entre otras cosas no sufren el IRPF, y la reelección.

Esto último en Uruguay se asocia indefectiblemente con dos personas, Pacheco y Bordaberry. Ya sabemos que Vázquez jugará el rol de Pacheco, la pregunta es quien hará el de Bordaberry, ¿Astori o Mujica?
El nacionalismo y parte del Partido Colorado se opusieron en 1971 a la reelección y también, con dureza, el FA. ¿Se imagina los discursos antirreeleccionistas de la entonces joven Daisy Tourné?, y ¿las de aquel joven camarada llamado Víctor Rossi? ¿Y los de la fogosa estudiante de medicina María Julia Muñoz? ¿Dónde están los tupamaros que enseñaban ética, valores y coherencia? Ahora, los tornillos del poder herrumbraron los principios. Se han vuelto añejos y conservadores.
El Frente Amplio dejó sus banderas por el camino durante el gobierno, y algunos valores democráticos también.

Esto recién empieza y quien se siente débil recurre a cualquier cosa para defenderse. Veremos juego sucio abundante y por desgracia.
Mientras tanto nosotros a no distraer el rumbo con el que logramos superar la más poderosa maquinaria de poder absoluto que gobernó en estos años.
Hoy larga Larrañaga en el Cilindro, luego lo harán los restantes compañeros y precandidatos del Partido Nacional.

Habrá que elegir entre la renovación o la reelección. Entre la Constitución y los que se ríen de ella.

jueves, octubre 23, 2008

Las muertes deseadas


por Jaime Bayly
Muchas son las muertes que yo deseo, no sólo las de Fidel y Raúl Castro por secuestrar la libertad de los cubanos más de medio siglo y humillarlos y esclavizarlos. A Fidel me gustaría verlo morir sentado en el inodoro, pujando en vano porque los intestinos se le han amotinado. A Raúl me gustaría verlo morir borracho, vomitando en un parque, confesando que todo fue un fraude para usurpar el poder y beber buen vodka y andar en Mercedes.

Al canalla de Ortega me gustaría verlo morir de viejo, calvo, sin dientes, condenado a cadena perpetua en una mazmorra maloliente de Managua como su aliento pérfido, al lado del otro canalla de Alemán, tremendo pillarajo y asaltante de caminos. Y a la desalmada de su mujer, que dice que es poeta, me gustaría verla arder en la hoguera por encubrir y consentir los abusos sexuales que este Ortega cometió con su hija.

A Evo no me gustaría verlo morir, pues hay algo en él me que me inspira ternura. Pero me gustaría que se retire de la política y se dedique a jugar al fútbol, que es lo que le pierde y hace con algún dudoso talento, sobre todo a cuatro mil metros de altura y masticando coca.

A Correa tampoco me gustaría verlo morir, o no todavía, pues es joven y actor frustrado, lo que quisiera es que se quedara mudo o, mejor aun, sordomudo, para que deje de decir, en ese insoportable tono plañidero que es el suyo, tantas zarandajas y paparruchadas.

A Piedad Córdoba me gustaría que la secuestrasen y tuviesen atada a un árbol seis años como mínimo y que la obligasen a comer arroz con frijoles en el mismo plato donde antes ha defecado para que sepa lo que padeció Ingrid Betancourt cuando era rehén de los angelitos que ella defiende con un ardor casi vaginal.

Uribe me gustaría que fuese inmortal, por noble, gallardo y valiente. La señora Bachelet quizá no inmortal, pero sí que viviera cien años y pasara un fin de semana ardiente y multiorgásmico con Arjona, que es lo que se merece por ser una mujer buena, sencilla y humilde.

A Cristina Kirchner y su esposo no me gustaría verlos muertos, lo que me gustaría es que sufran un poco, lo razonable. A Cristina, tan chavista cuando necesita dinero, y tan capitalista cuando necesita bolsos y zapatos, me gustaría que la obligasen a vestirse toda de colorado, como buena revolucionaria vendida al chavismo, con guayabera y pantalones, sin maquillaje alguno, sin peinadores ni estilistas, sin esos ojos repintados de vampiresa ajada, toda de colorado y al natural, salidita de la ducha. Y a su esposo me gustaría verlo más bizco, mucho más bizco y extraviado, mirando para un lado con un ojo y para el lado opuesto con el otro, de modo que nunca nadie sepa, ni él mismo, ni su mujer, a quién está mirando.

A Alan García no me gustaría verlo muerto, pero sí que, por ley, lo sometieran a dieta, a dejar de tragar de ese modo obsceno en un país de famélicos, a trotar diez kilómetros cada mañana seguido por las cámaras y luego bañarse en el mar en escueto traje de baño que exhiba ante las cámaras aquel vientre descomunal y creciente, hecho de saraos y francachelas que le pagan los pobres contribuyentes peruanos.

A Chávez me encantaría verlo morir, pero no tiroteado por un francotirador ni envenenado por un conspirador ni en una reyerta por el poder, sino de este modo exacto: que esté hablando en televisión en su programa infinito y de pronto haga una pausa entre cada bravuconada y diatriba y trague un buen pedazo de cachapa y trate de seguir hablando pero no pueda, y entonces se atragante, se le quede la cachapa entera con el maíz y el queso en el buche imperial y se quede mudo por glotón y empiece a toser, a tener convulsiones y arcadas, y que antes de morir arroje un vómito de color petróleo sobre las cámaras y sus adulones y apandillados y su rostro bolivariano termine hundido sobre el charco negro y viscoso de su vómito, por fin tieso y silente, por fin reunido con Bolívar, cuya ánima enjuta ha de sentir repugnancia por este zambo deslenguado.

Pero es evidente que no me será dado el privilegio de asistir a esas muertes tan deseadas e improbables porque de momento me hallo empeñado en provocar la mía propia, a base de pastillas, que es como mueren los caballeros, sedados y en su cama.

sábado, octubre 11, 2008

La Caja desBancaria


Otra vez los empleados bancarios se salen con la suya.


Gozan de los mejores sueldos y condiciones laborales del mercado a cambio de ofrecer muy poco de su parte. No se requiere gran cosa para ser empleado bancario. En un banco son pocos los que ponen "pienso". El resto acompaña.

Luego de esta "ardua" vida laboral los espera una jubilación de privilegio. Armaron su propia "Caja", con un criterio bien corporativista como lo tienen los profesionales universitarios, los escribanos, los policías y tantos otros. Pero resulta que vaciaron la caja. Y será Juan Pueblo el que deberá llenársela nuevamente. Juan Pueblo pagará intereses más caros, primas de seguros más caros y vaya a saber que otras sorpresas, para que estos señores se sigan dando la gran vida.

Lo que hay que hacer es ELIMINAR todas las Cajas Corporativistas que aún existen y pasarnos todos al régimen de las AFAP. Así cada uno puede transcurrir su vida laboral ejerciendo su profesión, trabajando unos años en un Banco, abriendo un negocio o dando clases, que todo irá a parar al mismo destino: tu cuenta personal.

Algunos de los principios básicos que rigen la Caja Bancaria son: “la vocación de solidaridad de un gremio para construir un seguro social digno, la directa participación de los interesados en su administración, autonomía jurídica y financiera compatible con los marcos legales y con los intereses del resto de la comunidad”.

La solución que acordó el gobierno frenteamplista con el gremio bancario está muy lejos de respetar y honrar estos principios: "vocación de solidaridad", ¿con quien? / "seguro social "digno" ¿o privilegiado? / "autonomía jurídica y financiera" ¿para hacer cualquier cosa y fundirse pero no para bancarse sus propios errores? / "compatible con los intereses del resto de la comunidad" ¿qué interés tiene usted en la suerte de estos privilegiados?

"Rescatando" empresas fundidas no ayudamos a que la gente aprenda nada. El error se seguirá cometiendo una y otra vez. Los bancarios se equivocaron al tirar tanto de la piola durante tantos años. Ahora que aguanten las consecuencias.

El proximo Frankestein (cadáver a resucitar) será el CASMU, administrada por el Sindicato de los Médicos. Deben 100 millones de dólares, no captó ningún nuevo cliente con el FONASA, pero paga los mejores sueldos, tiene un 25% mas de empleados de los que necesita y el nivel de satisfacción de sus clientes es paupérrimo. Así cualqueira administra cualquier cosa.

"No hay almuerzos gratis", pero parece que sí los hay para ellos.