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jueves, enero 26, 2023

CARNAVALES ERAN LOS DE ANTES


CARNAVALES ERAN LOS DE ANTES.

por Guillermo Sicardi | Semanario Búsqueda | jueves 26 de enero de 2023.


Desde hace más de 30 años el Carnaval dejó de ser una fiesta familiar para transformarse en un acto político del Frente Amplio. Esto ha llevado a que prácticamente la mitad de la población no pise un tablado porque el espectáculo ni los divierte ni los entretiene, además de sentirse agredidos o discriminados por una militancia cada vez más fanatizada.

“Carnavales eran los de antes” decían las abuelas y tenían razón. Recuerdo mis reuniones familiares con tíos, primos y amigos donde nunca faltaba el canto de una alegre murga que amenizaba la reunión. Las letras del burlesque, cantándole a la familia, al barrio y a una sana sátira política, unía a mi parentela en un abrazo fraternal entre blancos, colorados y frenteamplistas. Hoy eso es casi imposible.

Salvo honradas excepciones (cada vez menos) la murga no hace reír a nadie. Los pretendidos chistes son muy simplotes, lineales y previsibles. Aquel mensaje político subliminal, gracioso y picaresco, ha dejado lugar al slogan de barricada. Lo mejor que muestra el Carnaval es su cáscara: el vestuario, los maquillajes, la escenografía y  algún cantante que se destaca por su voz. Pero los contenidos … cada vez dejan más que desear.

Esto no es solo parte de lo que Vargas Llosa denomina “la civilización del espectáculo”, donde las masas cada vez más embrutecidas se ríen de las cosas más brutas, sino que se trata de una verdadera, meticulosa y diseñada batalla cultural qué procura invadir todos los espacios donde se junte alguna muchedumbre, y ya sabemos que a las masas se las seduce más con la emoción que con la razón.

Así, las bonitas y huecas palabras de “justicia social”, “igualdad”,  “solidaridad”,  “compañero”, “explotador”, “oligarca” y otras de igual tenor, buscan esconder el verdadero rostro de su propósito: controlar al ciudadano y someterlo a los pareceres del partido, el sindicato o el Estado. Todo detrás de un rostro bien maquillado, trajes multicolores y saltimbanquis. Un verdadero espectáculo.

Sin dudas que el Carnaval mueve miles de personas por lo que podemos calificarlo de un espectáculo popular, pero, lamentablemente, lo popular se asocia cada vez más con lo feo, lo ordinario, lo grotesco. No es una buena visión que se tiene del “pueblo”.

Creo que todas estas estrategias que la izquierda global viene realizando (siguiendo a Gramsci) de ir copando la cultura, el canto popular o el Carnaval, están quedando en evidencia. Al igual que a un mal mago, el público le va descubriendo los trucos. Y con el tiempo, tendrán que mejorar cada vez más sus maquillajes, sus caretas y sus cabriolas, porque sus contenidos y sus siempre malos resultados, ésos, no los podrán disfrazar jamás.


martes, enero 24, 2023

LA ECONOMÍA EN UNA SOLA LECCIÓN.


LA ECONOMÍA EN UNA SOLA LECCIÓN.

por Guillermo Sicardi | Semanario Búsqueda | jueves 19 de enero de 2023.


La economía en una sola lección es el título del libro de Henry Hazlitt escrito en el año 1946 y absurdamente tan vigente. Es un compendio de clases básicas de economía basadas en la lógica del comportamiento humano, en la evidencia empírica de siglos y en argumentos finamente elaborados en favor del libre mercado, del sistema capitalista y del individuo como factótum de la sociedad.

A través de sus breves pero contundentes 111 páginas, destroza todos los sofismas que han dominado la escena político-económica del último siglo, incluso en el neoliberal, imperialista y capitalista salvaje del propio Estados Unidos, como ser la protección de industrias “estratégicas”, las barreras arancelarias, los subsidios, la fijación de precios para “abaratar” la canasta básica, la obra pública como generadora de empleo o el salario mínimo.

Para Hazlitt la esencia de la economía puede reducirse en un solo enunciado: “El arte de la Economía consiste en considerar los efectos más remotos de cualquier acto o política y no meramente sus consecuencias inmediatas; en calcular las repercusiones de tal política no sobre un grupo, sino sobre todos los sectores”, ya que él no hace ver que cualquier decisión va a beneficiar a un grupo y perjudicar a otros en el corto plazo, pero los que suelen ganar son los que hacen más lobby o los grupos afectados más numerosos, porque ello se traduce en votos, quedando en un segundo plano los efectos a largo plazo y de alcance general. 

Leer este libro me produce “bronca”, porque no puedo creer que ante tanta evidencia empírica y ante argumentos tan sólidos, todavía haya un enorme porcentaje de la población mundial que sigue creyendo en cosas tan absurdas como que el Estado puede determinar los precios “justos” de ciertos productos o crear empleo o “ponerle platita en el bolsillo a la gente”, como insisten nuestros hermanos argentos. Tal vez sea por esto que decía Hazlitt hace casi 80 años: “Suele observarse con disgusto que los malos economistas propagan sus sofismas entre las gentes de manera harto más atractiva que los buenos sus verdades”.

Los temas que trata están -lamentablemente- tan vigentes en el debate actual, como ser el keynesiano absurdo de hacer hoyos y volverlos a tapar con tal de generar “empleo”, cosa que hoy sucede con el programa Jornales Solidarios, donde vemos a 10 personas barriendo un par de veredas, como para recibir un dinero a cambio de hacer “algo” y no la ignominia de recibirlo a cambio de nada. 

También critica a la obra pública como “generador de empleo”, lo que se traduce en obras recargadas de costos de personal que lo único que hacen es sacarle dinero a los contribuyentes vía impuestos, que bien podrían los particulares usarlos en cosas más productivas para ellos mismos y para la sociedad.

Ve a los impuestos y los aranceles como un freno a la inversión y a la mejor asignación de recursos, temas que venimos debatiendo desde hace 30 años con el nefasto Mercosur y si nos vamos al año 1946, con la espantosa política de sustitución de importaciones que tanto daño nos hizo a la mayoría, pero bien que benefició a un grupete de empresarios prebendarios y de políticos que les preparaban el pato para la boda.

También trata del “odio a la máquina”, es decir la negación de los sindicatos a permitir innovaciones tecnológicas ya que veían en ello una amenaza a los puestos de trabajo, sin importarles demasiado que esas máquinas iban a generar productos de mejor calidad y menor precio para la inmensa mayoría.

Es casi seguro que nuestros políticos, dirigentes empresariales, sindicales, periodistas y hasta académicos no han leído a Hazlitt. Si algunos lo hicieron, pocos lo entendieron. Es una sola lección. Vale la pena aprenderla.


ChatGPT y You.com y el futuro laboral con Inteligencia Artificial.


ChatGPT, You.com y el futuro laboral con Inteligencia Artificial.

por Guillermo Sicardi | Semanario Búsqueda | jueves 12 de enero de 2023.

Los avances en tecnología de Inteligencia Artificial (IA) están cambiando la forma en que las empresas funcionan en todo el mundo. Una de las herramientas más poderosas en esta área es el modelo de lenguaje GPT (Generative Pre-trained Transformer), desarrollado por Openai, una empresa de Mountain View, California, cuyo valor actual de mercado es de unos 3,3 mil millones de dólares.

Dos versiones de este modelo son chatGPT y You.com, que están cambiando cómo se realizan ciertas tareas en el mundo laboral y plantea preguntas importantes sobre cómo afectará a los empleos del futuro.

ChatGPT es capaz de generar texto de manera similar a como lo haría un humano. Esto significa que puede responder preguntas, escribir correos electrónicos y mensajes de texto, generar informes e incluso programar código para programas de computación. Esta capacidad es especialmente valiosa para las empresas que requieren que sus empleados respondan a preguntas frecuentes, escriban documentos o realicen tareas de escritura de manera eficiente.

Hay algunas áreas clave en las que se está utilizando ChatGPT con éxito, como por ejemplo, en el servicio al cliente, que se está utilizando para responder preguntas comunes de manera rápida y precisa, lo que permite a los agentes humanos centrarse en tareas más complejas. En las finanzas, se está utilizando para generar informes y análisis, lo que permite a los analistas humanos centrarse en tareas más estratégicas.

Sin embargo, también existen preocupaciones sobre cómo ChatGPT y otros avances en IA afectarán a los empleos en el futuro. Es probable que ciertas tareas se automatizarán a medida que los modelos de IA se vuelven más avanzados, lo que podría llevar a la eliminación de algunos empleos, pero lo cierto es que siempre los avances tecnológicos (desde la Revolución Industrial en adelante), han creado nuevos tipos de empleos, generalmente más desafiantes y mejor remunerados. 

En general, ChatGPT y otros avances en IA tienen el potencial de mejorar significativamente la eficiencia en el lugar de trabajo y de liberar a los trabajadores humanos de tareas aburridas y repetitivas, pero lamentablemente muchas personas hacen hoy tareas aburridas y repetitivas y no tienen (todavía) las habilidades para realizar nuevas tareas. Eso llevará un tiempo de adaptación.

Hoy en dia adquirir nuevos conocimientos y habilidades es más fácil gracias al acceso masivo a la información y la tecnología, pero dependerá básicamente de la actitud y deseos de las personas a aprender y adaptarse. También será clave cambiar la legislación laboral y el rol de los sindicatos, quienes tradicionalmente se han opuesto a toda innovación tecnológica bajo la creencia equivocada que la tecnología destruye puestos de trabajo y que siempre es mejor tener más empleados en una línea de producción, aunque eso afecte los costos y, a la larga, termine fundiendo a la empresa.

Los ejemplos abundan en la historia de la humanidad, incluso en el “capitalista” Estados Unidos, donde desde la década de 1930 los sindicatos han puesto miles de trabas a la innovación las que luego fueron imitadas por sus colegas del mundo entero. Estos ejemplos se pueden leer en el libro La economía en una sola lección de Henry Hazlitt, de 1946. Por esa época aquí en Uruguay gobernaba Luis Batlle Berres y su nefasta política de sustitución de importaciones y defensa de la industria nacional, que llevó a prohibir la importación de nuevos telares para “defender los puestos de trabajo”, no importando si la gente común tendría que seguir pagando por prendas más caras y de peor calidad.

Ya en el año 2013 la Universidad de Oxford presentó el trabajo The future of employment, donde aventuraban que en unos 20 años, el 47% de las tareas que hacemos los humanos iban a desaparecer con el avance de la ciencia y la tecnología. Hoy ya nadie piensa en contratar cajeros (o al menos, no tantos como antes), tampoco tanta gente para un call center, ni tantos telefonistas o secretarias y ni siquiera … abogados o escribanos,  ya que estos chats responden el 80% de las consultas jurídicas comunes con tanta precisión como el abogado más avieso y el blockchain hará cada día menos necesario el trabajo de los notarios. Es decir, no solo las tareas manuales serán sustituidas por IA, sino también muchas de las “intelectuales”.

También uno se pregunta cómo la IA afectará el mundo académico. Tanto chatGPT como You.com (ambas empresas pertenecen a Openai), ¿podrían facilitar el plagio en trabajos universitarios? La respuesta es no. You.com no puede facilitar el plagio en trabajos de alumnos universitarios porque se diseñó para ayudar a los usuarios a encontrar información precisa y confiable sobre una variedad de temas. Además, You.com proporciona herramientas para verificar la información encontrada y asegurar que sea fidedigna. Esto significa que los usuarios no pueden copiar directamente información de You.com y pasarla como propia. Sin embargo, esta plataforma sí puede facilitar la búsqueda de información relevante para los trabajos de los alumnos universitarios y ayudarles a comprender mejor un tema.

¿Y cómo sabrá un profesor si el trabajo lo hizo el alumno o lo hizo You.com? Un profesor puede saber si un trabajo fue realizado por un alumno o por You.com al evaluar la calidad y el contenido del mismo. El contenido del trabajo debería reflejar el conocimiento y comprensión de los temas por parte del alumno y no simplemente ser una recopilación de información encontrada en línea. El profesor también debería evaluar el estilo de escritura y los errores gramaticales para ver si el trabajo fue realizado por el alumno o por You.com. Sin dudas, un nuevo rol docente se demanda.

Bueno, debo decirles la verdad. El 60% (o más) de esta columna, no la escribí yo, sino que lo hizo ChatGPT y You.com. Yo solo hice las preguntas, adapté algunos textos y luego copy and paste. ¿Quién se llevará los créditos? ¿Y los honorarios?





miércoles, enero 11, 2023

¿Maradona o Messi?Los valores de un ídolo.


¿Maradona o Messi?Los valores de un ídolo. 

por Guillermo Sicardi | Semanario Búsqueda | jueves 5 de enero de 2023.

En su libro El mundo ha vivido equivocado y otros cuentos, el “Negro” Roberto Fontanarrosa narra la historia de Pedro, un correcto futbolista que jamás dio una patada con malas intenciones, nunca un insulto, cero expulsiones y siempre hizo declaraciones mesuradas hacia los rivales y los jueces. “Una niña. Un Duque, el Pedro”. La hinchada lo apreciaba, lo quería. Pero no era ídolo. 

En un momento la prensa le inventó un noviazgo con una mina del ambiente y se le armó un lío bárbaro con Isabelita, su novia de toda la vida. Cuando jugaron al domingo siguiente, su marcador empezó a hablarle y calentarle la cabeza: “Que vos no podés andar con esa mina”, “Que si sos macho entrá al área y te parto en cuatro” … hasta que Pedro le pegó un trompazo y le arruinó la cara. Lo expulsaron y le dieron varias fechas. 

Cuando regresó a las canchas jugaban de locatarios y al pisar el campo de juego … “¡se venía abajo la tribuna, mi viejo!  La gente gritaba: ‘¡Y coja, y coja, y coja Pedro, coja’, cantaban los negros. Era una locura. ‘Y pegue, y pegue, y pegue Pedro pegue!’ Ahí empezó a ser ídolo. Es que no podés ser ídolo si sos demasiado perfecto, viejo. Si no tenés ninguna fulería, si no te han cazado en ningún renuncio… ¿Cómo mierda la gente se va a sentir identificada con vos? ¿Qué tenés en común con los monos de la tribuna?”

Este cuento viene como anillo al dedo para comparar los estilos de liderazgo (y de idolatría) de Maradona con Messi. Ambos son unos genios dentro de la cancha. Las opiniones de especialistas y público en general se dividen por mitades para afirmar quien es el mejor del mundo. Pero fuera de la cancha … la cosa es muy diferente.

Maradona representa la viveza criolla, la picardía del potrero, el ganar haciendo trampa (la mano de Dios), la juerga, la noche, las festicholas con las mejores modelos, el escaparse de las concentraciones para ir al cabarute, la farra, hijos no reconocidos por doquier, la Ferrari negra y la merca, mucha merca. Además, le gustaba (o lo usaban) para acercase al poder político, siempre del lado equivocado: los Kirchner, Fidel Castro, Nicolás Maduro y hasta se tatuó al nefasto Ché Guevara en su brazo. Un desastre. Pero divertido, polémico y con mil anécdotas. Sin dudas que era un ídolo. Un ídolo argentino.

En cambio Messi es como Pernía: aburrido (Mario Sapag dixit). Está casado con su noviecita de la infancia, una hermosísima mujer de familia de muy buen pasar, que bien podría ser una “botinera” más, pero eligió ser una esposa fiel y madre de sus tres hijos. Messi representa la meritocracia, es esfuerzo personal, la disciplina y el profesionalismo. Nunca se quiso mezclar con la política y los políticos, al punto tal que se negó a compartir el balcón de la Casa Rosada con el “ocupa” del Alberto Fernández y sus secuaces. 

Messi, hasta hace pocos días, podía ser reconocido como el mejor del mundo, pero no era ídolo. Y para muchos, ni siquiera lo fue cuando le hizo ganar a Argentina la tercera copa mundial. Pero sí se colocó la cucarda de ídolo cuando le dijo al jugador neerlandés Weghorst (el autor de los dos goles de Países Bajos): "¿Qué mirás, bobo? Andá p'allá, bobo, andá p'allá".

Este “exabrupto”, no sólo fue celebrado “por los monos de la tribuna”, sino por la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien en su cuenta de Twitter publicó: "Gracias infinitas, capitán… a usted, al equipo y al cuerpo técnico, por la enorme alegría que le han regalado al pueblo argentino. Y un saludo especial después de su maradoniano 'andá pa’allá bobo', con el que se ganó definitivamente el corazón de los y las argentinas".

Estas son las dos argentinas que están en juego: la del populismo berreta, la ordinariez, la trampa y la corrupción por un lado y la Argentina de los Alberdi, los Borges, los Favaloro y los Messi, que quieren ganar el partido con reglas claras, en base al mérito, al esfuerzo y la honradez.

¿Cuál de los dos ídolos triunfará?



La virtud del egoísmo.


La virtud del egoísmo.
por Guillermo Sicardi | Semanario Búsqueda | jueves 29 de diciembre de 2022.


Ser “egoísta” tiene mala prensa, al punto tal que la Real Academia la define como “inmoderado y excesivo amor a sí mismo, que hace atender desmedidamente al propio interés, sin cuidarse del de los demás”. Como bien dice Ayn Rand y su filosofía, el objetivismo: “Nos han enseñado que el ego es sinónimo de maldad y que el desinterés es el ideal de la virtud. Pero la persona productiva es el egoísta en sentido absoluto y el desinteresado es quien no piensa, ni siente, ni juzga, ni actúa; porque éstas, son funciones del ego”.

Sin embargo, el significado exacto de la palabra «egoísmo» es: preocuparse por el propio interés. Esto es el “egoísmo racional”, puesto que en la búsqueda de mi propio interés, debo (aunque no lo quiera), contemplar el interés de los demás, no por ser “altruista”, sino por una pura y dura razón de conveniencia: al comerciante, no le conviente “esquilmar” a su cliente, puesto que más temprano que tarde se quedará sin clientes; al ciudadano le conviene ser amable con su vecino, no por ser “socialmente correcto”, sino porque es mejor tener una buena vecindad. 

Todos actuamos por nuestro propio interés. La Madre Teresa de Calcuta no se “sacrificaba” por los leprosos de la India, sino que ella “disfrutaba” de ayudar a los leprosos. No imagimo a doña Teresa manejando las finanzas de un banco interacional y cobrando millones de dólares por hacerlo, aunque probablemente pudiera ser más útil en esta función ayudando a los pobres a salir de la pobreza, enseñando a manejar sus finanzas y sus vidas y no sólo recibiendo de ella un plato de comida y compasión. Esto es lo que ha hecho Muhamed Yunus, fundador del Banco Grameen, quien ha ayudado a millones de indigentes a mejorar su situacion financiera dando microcréditos y él tambien se hizo millonario. Un verdadero ganar-ganar, un intercambio de valor por valor y no valor por necesidad. Es mucho más digno para un pobre recibir un crédito (lo que significa que alguien “confía” en él y que lo va a devolver), que recibir una limosna de parte de algún “altruista” que lo único que hace es enterrar a esa persona de por vida en la miseria y dejarle su autoestima por el piso. Mides, tomar nota.

Sin embargo, el altruismo y el sacrificio por los demás, tiene mejor prensa.

Dice Ayn Rand: “La cuestión no es entre auto-sacrificio o dominación, la cuestión es entre  independencia o dependencia. Es el código del creador o el código del parásito. El código del creador está construido sobre las necesidades de la mente pensante, que le permite al hombre sobrevivir. El código del parásito está construido sobre las necesidades de una mente incapaz de sobrevivir por sí misma. Todo lo que procede del ego independiente del hombre es bueno. Todo lo que procede de la dependencia del hombre de otros hombres es malo”.

Y agrega: “El propósito moral de la vida de un hombre es el logro de su propia felicidad. Eso no significa que deba ser indiferente a todos los demás hombres, que la vida humana no tenga ningún valor para él y que él no tenga ninguna razón para ayudarles a otros en una emergencia. Pero sí significa que él no subordina su vida al bienestar de los demás, que no se sacrifica a las necesidades de otros, que el alivio del sufrimiento de otros no es su principal preocupación, que cualquier ayuda que pueda darles es la excepción, no la regla, un acto de generosidad, no un deber moral, que es marginal y circunstancial – de la misma forma que los desastres son marginales y circunstanciales a lo largo de la existencia humana – y que los valores, no los desastres, son el objetivo, la principal preocupación y la motivación de su vida.

Como ven, estas ideas sacuden nuestros paradigmas más caros que la izquierda (en su más amplio espectro, desde el comunismo más rancio a la socialdemocracia más edulcorada) nos han impuesto durante décadas.

Esto lleva a que aceptemos como válido y moralmente sano, conceptos que son un verdadero desastre para nuesta vida personal y en sociedad, como ser: 

a) “que pague más el que tiene más”, que no es otra cosa que la aceptación del robo y el saqueo justificado por la “necesidad” de alguna persona que no pudo o no supo como valerse por sí misma, y en vez de ayudarle a encontrar su propia felicidad, lo dejamos atado a una prebenda de por vida, quitándole (a punta de pistola estatal), el fruto del esfuerzo de los que sí encontraron ese camino.

b) “naides es más que naides”, poniendo en un mismo plano al delincuente que al honesto, al vago que al laborioso, al productor que al saqueador, al ignorante que al genio. Si naides es más que naides, cuando tenga que operar a un hijo del corazón, que lo abra el camilllero, no el grado 5 en cardiología, después de todo, hace 30 años que está trasladando pacientes de un lado a otro y es un buen muchacho. En cambio el grado 5 es “rico”, es “amargado” y probablemente no sea “solidario”.

c) “que buena que es la justicia social”, el “repartir la riqueza” o lograr la “igualdad”, con lo cual se anulan las hermosas diferencias genéticas, conductuales y comportamentales que hacen de cada individuo un ser único e irrepetible. La justicia social es una injusticia social y la igualdad es un acto de violencia como lo ejemplifica el caso de Procusto, un posadero que alojaba a sus huéspedes en una cama y para que todos entrarn en ella sin que sobrara nada, les cortaba las piernas a los muy altos y estiraba en un potro a los más bajos, as{i eran todos “iguales”.

En esta época del año cargada de villancicos, de mensajes amorosos (que duran lo que las fiestas mismas) y donde también tenemos más tiempo para pensar, les dejo estas ideas para digerirlas. Les va a costar hacerlo. Pero aprovechen los eflubios del alcohol, que si algo positivo tiene, es que nos pone más creativos y abiertos a nuevas ideas.

Feliz año.