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martes, enero 24, 2023

LA ECONOMÍA EN UNA SOLA LECCIÓN.


LA ECONOMÍA EN UNA SOLA LECCIÓN.

por Guillermo Sicardi | Semanario Búsqueda | jueves 19 de enero de 2023.


La economía en una sola lección es el título del libro de Henry Hazlitt escrito en el año 1946 y absurdamente tan vigente. Es un compendio de clases básicas de economía basadas en la lógica del comportamiento humano, en la evidencia empírica de siglos y en argumentos finamente elaborados en favor del libre mercado, del sistema capitalista y del individuo como factótum de la sociedad.

A través de sus breves pero contundentes 111 páginas, destroza todos los sofismas que han dominado la escena político-económica del último siglo, incluso en el neoliberal, imperialista y capitalista salvaje del propio Estados Unidos, como ser la protección de industrias “estratégicas”, las barreras arancelarias, los subsidios, la fijación de precios para “abaratar” la canasta básica, la obra pública como generadora de empleo o el salario mínimo.

Para Hazlitt la esencia de la economía puede reducirse en un solo enunciado: “El arte de la Economía consiste en considerar los efectos más remotos de cualquier acto o política y no meramente sus consecuencias inmediatas; en calcular las repercusiones de tal política no sobre un grupo, sino sobre todos los sectores”, ya que él no hace ver que cualquier decisión va a beneficiar a un grupo y perjudicar a otros en el corto plazo, pero los que suelen ganar son los que hacen más lobby o los grupos afectados más numerosos, porque ello se traduce en votos, quedando en un segundo plano los efectos a largo plazo y de alcance general. 

Leer este libro me produce “bronca”, porque no puedo creer que ante tanta evidencia empírica y ante argumentos tan sólidos, todavía haya un enorme porcentaje de la población mundial que sigue creyendo en cosas tan absurdas como que el Estado puede determinar los precios “justos” de ciertos productos o crear empleo o “ponerle platita en el bolsillo a la gente”, como insisten nuestros hermanos argentos. Tal vez sea por esto que decía Hazlitt hace casi 80 años: “Suele observarse con disgusto que los malos economistas propagan sus sofismas entre las gentes de manera harto más atractiva que los buenos sus verdades”.

Los temas que trata están -lamentablemente- tan vigentes en el debate actual, como ser el keynesiano absurdo de hacer hoyos y volverlos a tapar con tal de generar “empleo”, cosa que hoy sucede con el programa Jornales Solidarios, donde vemos a 10 personas barriendo un par de veredas, como para recibir un dinero a cambio de hacer “algo” y no la ignominia de recibirlo a cambio de nada. 

También critica a la obra pública como “generador de empleo”, lo que se traduce en obras recargadas de costos de personal que lo único que hacen es sacarle dinero a los contribuyentes vía impuestos, que bien podrían los particulares usarlos en cosas más productivas para ellos mismos y para la sociedad.

Ve a los impuestos y los aranceles como un freno a la inversión y a la mejor asignación de recursos, temas que venimos debatiendo desde hace 30 años con el nefasto Mercosur y si nos vamos al año 1946, con la espantosa política de sustitución de importaciones que tanto daño nos hizo a la mayoría, pero bien que benefició a un grupete de empresarios prebendarios y de políticos que les preparaban el pato para la boda.

También trata del “odio a la máquina”, es decir la negación de los sindicatos a permitir innovaciones tecnológicas ya que veían en ello una amenaza a los puestos de trabajo, sin importarles demasiado que esas máquinas iban a generar productos de mejor calidad y menor precio para la inmensa mayoría.

Es casi seguro que nuestros políticos, dirigentes empresariales, sindicales, periodistas y hasta académicos no han leído a Hazlitt. Si algunos lo hicieron, pocos lo entendieron. Es una sola lección. Vale la pena aprenderla.


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