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miércoles, noviembre 19, 2008

A cuatro años de su partida

Hoy, 18 de Noviembre, hace cuatro años que falleció mi madre y quiero compartir en mi Blog lo que escribí el mismo día de su partida y compartí con amigos como homenaje a esta gran mujer.
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Hoy se fue Mamá ...

Queridos amigos,

Lamentablemente hoy murió mi madre, luego de unos cuantos días de agonía, fruto de un cáncer que cuando lo detectamos, ya estaba muy avanzado.

Para quienes la conocieron, mi madre fue Josefina para unos, “Meja” para la gran mayoría, pero también fue “la Mejuana”, “Noná” para sus nietos, ”Pepita”, “Mejita” o “Señora Meja” para mis amigos de la niñez que ponían el “Señora” delante del Meja, en una señal de respeto a la madre de su amigo, pero agregaban el Meja, que les daba confianza y familiaridad. Todos estos son sobrenombres y diminutivos cariñosos para una mujer que siempre dio cariño a quienes la rodearon.

No todos saben porqué le decían “Meja” y vale la pena contarlo.
Resulta que mi bisabuelo Massonnier, era miembro de la empresa francesa Lumiere (quienes trajeron el cine por primera vez al Uruguay) y años después, mi abuelo Carlos Massonnier -que era un muy buen pianista aficionado- completaba sus ingresos para alimentar a sus 7 hijos tocando el piano como acompañamiento en las películas de cine mudo.
Resulta que otro miembro de esta peculiar “orquesta” era un gallego que apenas se le entendía lo que decía, y cada fin de semana traía cuentos de su hija que comenzaban diciendo: “Ayer M`eja hizo tal cosa ... y M`eja hizo tal otra”.
De ahí que mi abuelo, cuando hacía los cuentos sobre su hija Josefina, también los comenzaba –en tono de sana burla- con el M`eja, en vez de Mi hija ... Allí le quedó el “Meja” de por vida.

La enorme tristeza y vacío que nos deja hoy su partida, quiero llenarla compartiendo con ustedes sus grandes virtudes y su ejemplo de vida.

Mi madre fue ante todo, una persona BUENA, en el más amplio sentido de la palabra.
Basaba su bondad en parte en su propia inocencia, en su espíritu alegremente infantil, en su amor a los demás y en sus siempre sanas intenciones. En casa siempre había lugar para uno más en la mesa y disfrutaba más en cocinar y atender a otros, que en hacerlo para sí misma.
Sus comidas caseras eran espectaculares: sus pascualinas, el Minestrone, la polenta bien hecha, las gloriosas milanesas ...... quedarán en la memoria de más de uno. Pero nada ni nadie ha podido superar su chimichurri.
Tan rica la hacía que todos se la comían con pan antes que el asado estuviera pronto !! Qué maravilla !!

Mi madre fue también una mujer exitosa. No con el vulgar concepto económico de éxito que todos tenemos, sino que tuvo el éxito de quedar en el corazón y en el recuerdo de todos a quienes acompañó, ayudó y alegró durante sus casi 80 años de vida.

Ella ha logrado dejar un hermoso legado al haber tenido siempre las justas palabras de aliento ante una situación difícil, la mano extendida, una visión optimista del futuro, a estimularme a emprender nuevas actividades y desafíos, a saber llenar la casa de amigos, a ser decente, a ayudar a los demás, a ser humilde y a aplicar siempre la gracia y el buen sentido del humor.

Por eso hoy no debe ser un día triste.

Lamentablemente no creo en una vida en el más allá, aunque hoy quisiera hacerlo.
Pero si la hay, no tengo dudas que mi madre tendrá un lugar hermoso en ella: se reencontrará con sus queridos hermanos, especialmente con Margarita, con sus padres y amigos a quienes seguirá alegrando, apoyando y ayudando cuantas veces pueda.

Por eso hoy todos te decimos “¡Hasta siempre Mejuana!”, “¡Hasta siempre Nonina! ... Meja!! ... Pepita o Señora Meja ....” Salúdenla con el que más les guste.
Yo simplemente te digo ... “Hasta siempre Mamá”!!!


Guillermo Sicardi Massonnier
Jueves 18 de noviembre de 2004.

1 comentario:

Anónimo dijo...

muy lindo lo que escribes Guillermo; es maravilloso poder sentir eso por las personas que amamos y recordar los buenos momentos.