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domingo, abril 26, 2009

Presidente Lugo, Obispo o Reverendo?


La izquierda latinoamericana siempre quiso sacar patente de "honestos" y "morales" poniendo el foco de sus campañas no en sus méritos propios, sino en los actos de corrupción o errores de administración de sus opositores. Ellos, siempre impolutos.

Sin embargo, cuando las lacras humanas invaden sus propias filas, cuando los atropellos son provocados por sus líderes y cuando la inmoralidad campea entres sus huestes, los izquierdistas miran para un costado.

Lo hicieron por décadas con los oprobiosos regímenes comunistas y las atrocidades de cuanto alzamiento "revolucionario" se organizaba por allí. Lo hacen con el Dictador más longevo y retrógrado de la historia que tiene a Cuba bajo su palma desde hace más de 50 años y defienden sin tapujos a cuanto dictadorzuelo populista que se tilde de socialista.

Ahora campea en la izquierda latina una nueva inmoralidad: la del abuso sexual. El principal exponente de estos sujetos con doble vida y practicantes de las peores bajezas humanas es el "Comandante Ortega" quien durante años violaba a su hijastra haciéndole padecer los peores tormentos mientras hacía su revolución. Estos méritos le valieron el reconocimiento del gobierno frenteamplista de la ciudad de Montevideo que le otorgó las llaves a tal ciudadano "ilustre".

Otro intregrante de este particular podio es el presidente de Paraguay, obispo de profesión, quien en ejercicio de sus votos de castidad se violó a cuanta mujer tuvo a su vista; eso sí, respetando las indicaciones del Papado: no usó preservativo.

Lugo juró sobre la Biblia y no tuvo pudor en mentir. Juró sobre la Constitución del Paraguay y tampoco tendrá pudor en violarla. Aprovechó su cargo y su influencia para mantener relaciones sexuales con una jóven de 16 años a quien embarazó y jamás reconoció a éste ni a otros dos hijos que se le imputan.

Los izquierdistas latinos dicen que es un "valiente" al reconocer estos hechos, pero omiten decir que lo hace luego de recibir una demanda la cual implicaba someterse a un contundente estudio de ADN.

Este valiente para mi es un cobarde. Este luchador social que se supone iba a cambiar hábitos corruptos en Paraguay (y la doble vida sexual es un acto de corrupción), termina siendo el peor de su especie. Pretende dar lecciones de moral cuando él carece de la más básica.

Mas que un Obispo, Lugo es un Reverendo: Un Reverendo Hijo de .... Dios?

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