La Ministra Marina Arismendi (Partido Comunista) recorrió un barrio pobre de la periferia para ver si estaban llegando a detino las "políticas sociales" de su gobierno.Al pasar frente a una humilde casa donde había una jóven embarazada le preguntó: "Para cuando esperás?" - "Estamos en hora" dijo la jóven. "Este es el décimo".
La Ministra se preocupó que todos los niños recibieran la "Asignación familiar" y les recomendó utilizar todos los planes de dávidas del gobierno: vacunas gratis, escuela gratis, alimentos gratis, dinero gratis, vivienda gratis, etc.
La Ministra mostró ser experta en recordarle los "derechos" al pueblo, pero parece que omitió recordarle sus OBLIGACIONES.
Parece que Ayn Rand hubiera escrito este párrafo de La Rebelión de Atlas en 1957, pensando en Marina y "sus chicos":
Crees que “beneficio público” o “interés nacional”, es cualquier cosa que se dé como limosna y dedicarse al comercio es perjudicar al público. “Bienestar público” es el bienestar de quienes no se lo han ganado, los que sí se lo han ganado, no tienen derecho a ningún bienestar. El “pueblo”, para ti, es cualquiera que no haya podido alcanzar virtud o valor alguno; quienquiera que lo logre, dondequiera que pueda proveer los bienes que necesitas para sobrevivir, deja de ser visto como parte del “pueblo” o como parte de la raza humana.
¿Qué permite a un mendigo insolente exhibir sus lacras ante el rostro de los mejores y solicitar ayuda en tono de amenaza?
Lo que realmente hay que trasmitirle a esta gente, empezando por la propia Ministra, es que cada individuo es responsable de su propia vida, que debe buscar su propia felicidad y que no debe consumir más de lo que uno mismo se puede procurar.
Que el apoyo a darle a una persona, no es a sus necesidades sino a sus capacidades, a sus deseos de superación y a procurarse su propia sustentación.
Sin embargo, los que "tienen más" (virtudes y responsabilidades) tienen que pagar los vicios de los que tienen menos. El que tiene más control de su apetito sexual y más responsabilidad para criar los hijos que puede, tiene que hacerse cargo de quien da rienda suelta a su sexo, sin medir las consecuencias y sin hacerse cargo de ellas.
Y recuerden:
Edmund Burke
1 comentario:
Vivir de la limosna es un gran negocio en este país. A propósito de esto, el trabajo infantil (muchisimas veces de mendigo) tiene que ver en esto. Comparto con ud el siguiente artículo Niño, a trabajar en Actualidad Uruguaya
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