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sábado, julio 26, 2008

El Corporativismo Sindical


" ... pero una vez que (Venturini) fue procesado (por el delito de Apropiación Indebida al haber ocupado la Imprenta Vanni por dos años), habia que defender al "compañero", no quedaba otra".

Estas palabras son del Presidente del Sindicato de Artes Gráficas, explicando porque antes defendieron a Venturini y ahora lo echan del Sindicato.

Los sindicatos uruguayos no defienden a los trabajadores, defienden a los "compañeros". No importa si son buenos trabajadores o unos burdos delincuentes. La consigna es: no tocar a la "familia", concepto que seguramente copiaron de colegas de Sicilia o Moscu.

El corporativismo es nefasto. Pone por encima del individuo los intereses de la corporación sindical al punto de defender conductas y personas indefendibles. Sin embargo con esta estrategia ganan adeptos. Basta ver al sindicato bancario y al de empleados publicos. Ambos tienen mucha experiencia en estos menesteres.

La respuesta al corporativismo sindical es la empresa liberal. Es aquella que tiene en funcionamiento los mecanismos internos de meritocracia: evaluaciones de desempeño, sistemas de premios y castigos justos, facultamiento al personal, liderazgo para hacer ....

Los empresarios se quejan del empuje sindical pero no saben ver su peor consecuencia. Solo ven la punta del iceberg: paros, reclamos o asambleas ... Pero no ven lo mas importante: la anulacion del individuo como tal.

Cuando el Sindicato defiende la política de "NO Innovar", mata la creatividad y la eficiencia, mata la mente humana como fuente de creación. Asi defienden a los "guardas" de ómnibus, un triste empleo con cero valor agregado; al 4to recolector de residuos, a los porteros de edificios públicos y se resisten a incorporar tecnologia. En definitiva, el pais de los Simios.

Los empresarios deben hacer saber a sus empleados el valor que brinda una empresa en la comunidad. El rol del empresario que tiene la visión y el coraje de asumir riesgos y la pasión por obtener logros. Deben destacar a los buenos y deshacerse de los malos. Tener un sistema donde realmente funcione eso de "los talentos y las virtudes" que reza el Art 8 de nuestra Constitución.

El desafío es enorme. Y absolutamente necesario.

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