TODAS las Intendencias, de TODOS los Partidos y en TODOS los tiempos, se han dilapidado el dinero recaudado por patentes de rodado para destinarlo a sueldos, en vez de tapar pozos y mejorar las condiciones del tránsito.
Las cifras son contundentes: de 150 millones de dólares recaudados por las Intendencias, sólo vuelcan 70 millones para arreglar las calles. El resto se lo llevan "los Municipales" que se "comen" aproximadamente el 70% del presupuesto anual.
La patente de rodados no es un “impuesto” sino que es una “tasa”, por que el estado está obligado a brindarle al Contribuyente una “contraprestación”, es decir, algún servicio a cambio del Tributo que paga, en este caso: tapar pozos y mejorar el pavimento.
Pero también recaudan mal. Nos cobran sobre el "valor" del vehículo y no sobre su tamaño o peso. Lo lógico es que vehículos más grandes y más pesados que molestan y rompen más el pavimento, paguen más que los vehículos pequeños y livianos. Pero nuestra mente "socialista" hace que no sea así. Por lo tanto una moto Kawasaki Ninja paga más que un Camión Bedford del 58. Ridículo.
Además, el afán recaudador de estos “afanadores” hará que los precios de las patentes estén en el tope más alto, no en el más bajo de los valores actuales. Podrán comenzar por valores "razonables", pero no pasarán muchos años hasta que vuelvan a subir para saciar el hambre de tantas "tenias saginatas".
Si el día de mañana la Luna fuera habitable y a Uruguay le conceden un territorio de 178.000 metros cuadrados para administrar, a nadie se le ocurriría dividirlo en 19 circunscripciones territoriales, con 19 Intendentes, más de 200 Gerentes Divisionales y 589 legisladores departamentales (ediles), nada menos que 4,5 veces más que Legisladores Nacionales.
La solución pasa por eliminar 15 de los 19 Departamentos y toda la burocracia, gastos y falsos empleos asociados. Los nuevos límites podrían ser similares a las actuales Divisiones del Ejército, que son sólo 4 y distribuidas con criterios estratégicos como ser el Litoral, el Turismo de Playa, los puertos o la producción agropecuaria.
De hecho, ya podrían empezar por compartir “Directorios”. Por ejemplo: las dos Intendencias Coloradas en Salto y Rivera, bien que podrían compartir al mismo Director de Obras, al de Tránsito o al de Turismo. De esta manera se ahorrarían varios millones a los contribuyentes y estarían marcando - por la vía de los hechos - que reducir el tamaño y el peso del Estado es algo totalmente posible y no tiene porque ser tan traumático.
Nueva Zelandia lo hizo en la década del 80. Por eso ellos figuran en el lugar 1 y 2 del Ranking Doing Business y Uruguay viene cayendo del lugar 64 al 122 en los últimos 5 años. Y seguiremos cayendo si no reaccionamos rápido.
¿Quién recoge este guante? ¿Los Intendentes blancos, los colorados o los frentistas? O tal vez ninguno lo haga. Será difícil que "serruchen la rama donde están sentados".
Guillermo Sicardi, MBA
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