La proyectada reforma de la salud se basa en tres pilares. Uno de ellos comentado la semana pasada, dice “cada cual según sus posibilidades y a cada cual según sus necesidades”, que también fuera un pilar de los fracasados totalitarismos del llamado “socialismo real”.
El segundo pilar es la CENTRALIZACION, no la descentralización como pregonan. Analicemos algunos conceptos vertidos por El Ec. Daniel Olesker en entrevista con Emiliano Cotelo del 9 de abril. “En cuanto al modelo de gestión, básicamente hablamos de un modelo que desde el punto de vista del financiamiento sea centralizado y por lo tanto … los recursos sean administrados sobre la base de criterios asignados por las prioridades del modelo”
Esta es la base de una economía socialista planificada. No es el mercado, como en una sociedad democrática y liberal la que asigna los recursos, sino que es un burócrata con poder. Y con mucho poder, ya que “el poder de negociación para tickets, para órdenes, para control de las prestaciones es mucho mayor de alguien que paga 1.300.000 cuotas que el de alguien que paga 10.000.”
También se le quita libertad a las empresas, y por lo tanto a sus empleados y a sus clientes, cuando el sistema “Incorpora la regulación entre los prestadores, es decir que cuando una mutual contrata una emergencia médico móvil o una cooperativa odontológica o al Estado, las reglas de juego (precios, formas de contratación, formas de pago, plazos para el cumplimiento de los contratos) serán reguladas y homologadas por el MSP.”
Tampoco habrá libertad de comercio, puesto que la existencia de nuevos prestadores de salud, de emprendedores que decidan arriesgar capital y talentos par dar un mejor servicio está muerta desde el inicio. Primero, porque estas empresas “deben ser instituciones sin fines de lucro” y además, más grave aún, los neototalitarios se asignan la facultad de permitir o no que el emprendimiento exista, aún cuando reúna todos los requisitos técnicos. Dice Olesker: “Viene una institución y se habilita en el MSP, porque tiene las condiciones sanitarias, higiénicas, de tamaño y demás. Pero puede suceder que no sea necesario para el sistema, en su actual estructura y demanda, que haya una nueva prestación de tal o cual. Por lo tanto la JNS tiene la responsabilidad de determinar las necesidades del SNI, administra, organiza y planifica el SNI y en particular el Fonasa.”
Agregan otro manipulable y poco entendible “control social de la gestión”. Los neototalitarios no entienden que el mejor control social de la gestión se basa en la Libertad de cada usuario de elegir su prestador de salud, su compañía de telefonía celular o donde cargar nafta. Es el cliente el que premia a las empresas bien gestionadas cuando decide contratarlas. No son los burócratas ni las Juntas semi corporativistas disfrazadas de pluralidad las que sustituyen al individuo.
Este sistema tiene pies de barro. Los mismos pies de barro donde se asentó el modelo socialista que sólo repartió miseria y pobreza por el mundo y los privó de libertad. Ahora Uruguay probará en carne propia esta receta mal formulada. Una receta que no cura ninguna enfermedad, sino que la agrava. Porque carece de un ingrediente esencial: la más absoluta y total Libertad.
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