Los marxistas creen que el verdadero trabajo en una empresa lo hacen los obreros y que el dueño se apropia de parte de ese esfuerzo físico quedándose con una plusvalía y dando lugar a la necesidad de una lucha de clases que termine en la dictadura del proletariado.
Es notorio que los marxistas no entienden el rol del dueño, el rol del CEO, el rol del emprendedor. Y es más grave cuando entre los marxistas tenemos a nuestro Presidente de la República, al Ministro de Relaciones Exteriores, a
El dueño de la empresa, o el Gerente General en su caso es el factor fundamental del negocio. Los trabajadores fabrican el producto, pero hay alguien que arriesga su propio dinero o sus bienes en garantía para que ellos suceda, que organiza el trabajo, asigna responsabilidades, tiene una visión de futuro y hacia allí dirige sus esfuerzos. Por saber además como vender el producto, como financiarlo y como hacer para coordinar todos esos esfuerzos internos y luchar contra la competencia, es que el dueño gana su sueldo. Se le llama “ganancia” y no “salario”, pero es la misma recompensa a su labor.
Los marxistas creen que esa tarea implica “explotar” a los trabajadores. No se dan cuenta que es la mente, no los músculos, lo que genera riqueza. El dueño gerencia. Eso implica tomar las decisiones más importantes e integrar todas las operaciones de la empresa: decidir que producir, a que precio vender, a quien venderlo y mucho más.
Un obrero le preguntó al Gerente General de una importante empresa por qué ganaba 10 veces menos que él. El Gerente le respondió: “Si usted comete un error grave es probable que usted pierda su empleo. Si yo cometo un error grave, es probable que 300 personas pierdan su empleo. Por eso gano 10 veces más que usted, y creo que es poco”.
Nuestra sociedad ha despreciado el rol del dueño, por eso sólo 7% de la población quiere serlo. Si comprendemos el verdadero aporte de quien asume riesgos, de quien innova y decide, seguramente estimulemos más emprendimientos, para, algún día, ser todos un poco más ricos.
Dr.
gsicardi@adinet.com.uy
http://sicardi.blogspot.com
1 comentario:
Estimado Guillermo.
Si hay algo que la experiencia del siglo XX muestra diàfanamente, es que los marxistas tienen una incapacidad absoluta para ver la realidad tal cual es.
Por lo tanto, pretenden cambiarla de modo que acomode a su visiòn.
Asì, jamàs lograron nada de lo que proponen y sì, hicieron mucho daño.
Pero ni asì aprenden.
Como Churchil dijo, el marxismo es la intelectualizaciòn de la envidia.
No puede tener buen fin.
Tu nota, como siempre, excelente.
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